Viajar o permanecer en Estados Unidos sin garantías legales tiene un coste altísimo que, curiosamente, va en contra de los postulados que dicen defender los neoconservadores.
Las cárceles para inmigrantes (no confundir con las otras, que en esto también hay distinciones) han superado este año su récord de inquilinos, lo que permite obtener pingües beneficios a las instituciones penitenciarias privadas, debido a la suspensión de esa rara política o programa que por allí llaman "atrapar y liberar", que, de manera malpensada, es fácil relacionar con una invitación a la caza indiscriminada del sospechoso.
Cuando se caza a alguien que no tiene los papeles en regla se le expedienta y se le deporta, sin importar cuál sea la situación de las personas a su cargo. Por eso es fácil encontrarse miles de casos de familias desestructuradas, rotas y, en ocasiones, de difícil solución, aunque quizá lo más propio sería decir de costosa solución, como parece ser el caso de este matrimonio colombiano.
Según datos de Human Rights Watch, las leyes de inmigración de Estados Unidos han permitido, desde su aprobación en 1996, la deportación de millón y medio de personas, estadounidenses incluidas. A causa de legislación tan injusta, decenas de miles de niños, adultos, matrimonios, familiares, etc. se quedan en la más absoluta soledad e indefensión.
¿Pero no es la familia la célula básica de la sociedad?
Nota sobre la imagen: Buscaba una foto para ilustrar el post y me encontré con esta en este foro. Me pareció ilustrativa de cómo se trata muchas veces al diferente, al margen de su nacionalidad, pues en lugar de chileno muy bien se podría haber puesto cualquier otro gentilicio.
3 comentarios:
qué triste, guillermo. vivimos en un mundo que ha perdido hasta la caridad.
De todas formas tiene muchas cosas que todavía valen la pena, y por ellas hay que trabajar. Un beso.
Es triste que estas cosas pasen, muy triste. Besos.
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