viernes, 16 de mayo de 2008

Bastos en las narices

Si fuese posible cambiar una pizca de toda la mierda que veo a diario, sólo una, quizá escogería hoy ser egoísta. Cambiarme a mí. A veces me gustaría ser de esas personas que caminan por la calle con la seguridad de que la felicidad está a la vuelta de la esquina, encerrada en la caña que van a beber con sus amigos. Seguramente su universo no se altera al entrar en agujeros negros en los que miles de personas mueren en un terremoto por ser unos parias; ni en otros en que unos capullos matan gente a sangre fría para exigir unos derechos que ya ni siquiera recuerdan. [+ Ad astra per aspera]
Hace poco escribí que la fe no mueve montañas pensando en que sólo los ilusionistas, que no los ilusionados, son capaces de conseguirlo. Hay quien básicamente coincide con esa idea y reflexiona sobre ella con palabras como puños, lo que refuerza la teoría de que siempre hay alguien que puede ser dialécticamente más duro cuando la vida pinta bastos en las narices.
Si la fe no mueve montañas, podemos conceder que la conciencia no sirve para cambiar el mundo; pero queda la esperanza de que contribuya a no empeorarlo. Y ahí es donde hay que espabilar, y hasta acuchillar, el estímulo.

6 comentarios:

Waiting for Godot dijo...

Lo has dicho muy bien, coincide a no empeorarlo. Besitos para ti.

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el blog. Acabo de descubrirlo y me ha encantado tanto su temática como la forma de exponerla.

Un abrazo.

entrenomadas dijo...

"La conciencia no sirve para cambiar el mundo". Hace unos días me invitaron unos conocidos a cenar a su casa. Gente que en otros tiempo movía montañas. Pues bien, además de mostrarme el nuevo frigorífico y las fotos de no sé qué me enseñaron que tienen la conciencia a ras del suelo. Que son plástico puro. Pues sí, algo habría que hacer para espabilarnos antes de parecernos demasiado a los protagonistas de la película de "Los ladrones de cuepos". Ya sabes, esos de las vainas que duermen y cuando despiertan ya son otros.

En fin, que me has hecho pensar y es sábado...
No te lo perdono, o sí.

M

Julio Torres dijo...

Gran entrada de As astra. Habería que cambiar cousas e quitar outras como a envidia...

Un saúdo, amigo
Carpe Diem

Guillermo Pardo dijo...

Entrenómadas: decepciona encontrarse con gente así. A veces tiene uno la impresión de perder el tiempo con ellos, pero no, también se aprende a no ver las cosas como ellos.

Joseca: Bienvenido y gracias por tus palabras. Me gustaría conocer el tuyo.

Gracias y abrazos para todos.

Anónimo dijo...

Perdona Guillermo, no debí logearme correctamente.

Mi blog se llama El Rincón de Joseca y bueno, trato temas relacionados con el altermundismo, derechos humanos, ecología etc.

En todo caso supongo que ya nos veremos por cierto anillo al que acabo de suscribirme ;)