En efecto, eso fue lo que pasó en la imaginación del artista que creó con tiza esta ilusión óptica en tres dimensiones. El efecto es tan real que crea dudas sobre su autenticidad.
Un caso reciente sobre autenticidades dudosas lo tenemos en el ya célebre asunto Wyoming y su falsa bronca a la supuesta becaria. Otro más reciente todavía es, ya en el terreno de la política, la ilusión que el PP pretende crear en el imaginario colectivo de que todo el aparato del Estado se ha confalulado para destruirlo.
Silogismo: dado que no debemos creer todo lo que vemos ni todo lo que oímos, podemos colegir que el hombre ha sustituido al camaleón.
4 comentarios:
jajaja. Moi boa lectura, sí señor.
Un saúdo, amigo
Con los fondos que han repartido a los ayuntamientos, bien podían arreglar esa calle...
me has dejado anonadada con esa frase final tal vez porque mi mente no sea nada lógica, lo cual no quiere decir que sea ilógica, hasta ahí podríamos llegar... bueno, seguro que tú ya me entiendes.
esas imágenes tridimensionales son tremendas ¿verdad?... yo que soy muy parva, picaría y me echaría a temblar muerta de miedo ante la inminente caída.... sin duda.
bicos,
Compruebo satisfecho que la entrada no os ha dejado indiferentes. Gracias por vuestros comentarios. Abrazos.
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