Acabo de leer este magnífico texto de Vicente Romero, tomado de África en el mundo, y quiero compartirlo con quien esté dispuesto a "perder" dos minutos en su lectura, de la que extraigo el párrafo final, inspirador del título de este post:
¡Dios nos libre de cristianos tan piadosos y de socialistas tan despiadados! Lo único que se me ocurre escribir en su descargo es que ni unos ni otros comprenden lo que supone carecer de papeles ni tener que ingeniárselas para encontrar algo que comer.
El texto de Romero, en esencia y por desgracia cada vez más actual, me recuerda que ser solidario puede ser muy costoso.
Algunos tipos (y tipas) que gastan poltrona y dicen "trabajar" por el bien público se nos vuelven infantilmente "odiosos" por su actitud de seres impolutos que van por la vida con la convicción de que su mierda es dorada, y que para evitar contagios se esfuerzan en mantener a los demás alejados de su algodonoso culo, cuando lo único que se les pide es que pongan su inteligencia a trabajar para evitar que los indefensos vivan en permanente estado diarreico.
Pido excusas por el escatológico discurso de hoy, pero cierta gente me revuelve fácilmente las tripas.
4 comentarios:
Triste realidad la que recoge el artículo que mencionas. Hay gente que ha perdido la noción de la realidad y el norte hace mucho tiempo, pero les siguen votando y apoyando... a unos y a otros.
A veces parece que lo único que nos queda en la vida es un "apaga y vámonos"... porque no se ve una luz al final del túnel.
Un abrazo ;-)
Mil razones te asisten para que tu 'escatológico discurso' quede perfectamente ilustrado y razonado. Saludos.
Tal cual!, están más preocupados de su trasero que de hacer aquello para lo que están ahí.
Un abrzo
no pidas disulpas, la ocasión lo merece.
bicos,
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