Cuando se ven las protestas en Irán a causa del supuesto pucherazo electoral y se comparan con las que no hay en Europa contra la crisis económica, uno piensa que hemos dado un paso atrás -si no hemos perdido ya el rumbo- como individuos con capacidad para enseñar los dientes al poder y cambiar lo que no nos gusta sin esperar a que nos lo cambien para que nada cambie, como diría Lampedusa.
Sorprende que en países donde no existe libertad, los individuos se tomen la libertad de reivindicarla, y que en lugares donde podemos ejercerla no hagamos uso de ella. El reconocimiento legal de la libertad ni garantiza ni impulsa, pues, el deseo de utilizarla. Sólo la represión, la prohibición, hace que los individuos nos rebelemos contra el vasallaje.
La crisis económica ha causado más de 20 millones de nuevos desempleados sólo en Europa, pero los europeos no hacemos uso de nuestro derecho a defendernos de las causas que producen semejantes efectos, quizá porque no vemos peligrar las esencias de nuestra libertad, quizá porque nos sentimos ahítos de ella o quizá por miedo a perder algo más, a que "me toque también a mí".
El miedo no nos afecta a todos por igual. Unos lo utilizan para armarse de valor y a otros nos conviene sentirnos necesariamente miedosos.
5 comentarios:
Una frase lo puede resumir todo: menos macrobotellones y dejarse la voz en el futbol y más lucha como en Grecia.
¡¡¡ Qué razón tienes !!!
A veces, nuestras sociedades parecen adormecidas, como narcotizadas, indiferentes ante la injusticia.
Un abrazo solidario.
Nos hemos vuelto unos comodones de mucho cuidado, a los que nos da igual todo. Bueno no nos da igual, pero somos incapaces de reaccionar.
Solo cuando esté todo el mundo parado, haremos algo. Mientras vayamos trapicheando......todo va bien. En fin....
Saludos.
Es bochornoso, absolutamente....
Tés moitísima razón Guillermo!!!
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