Nos encaminamos a pasos agigantados hacia el gilipollismo más casposo.
La Red está llena de manuales que pretenden indicarnos el camino para alcanzar la felicidad, la senda de la plena satisfacción sexual, el modo de hacerse ricos por el veloz camino de la especulación o cómo conseguir que tu blog rompa registros de visitas y enlaces.
Los noticieros rezuman banalidades provenientes de asesorías, gabinetes y despachos oficiales que nos entretienen mientras hacemos número en la cola del paro, la única de las colas que nunca deja de serlo. Entre esas banalidades, una chirría especialmente: la que recomienda cómo ser buen ciudadano e incluso buen inmigrante, como si éstos no tuviesen la obligación de pagar impuestos, respetar los convencionalismos sociales, no infringir el código penal y no joder a los demás.
Desde tiempo inmemorial ha habido almas bondadosas preocupadas por devolvernos a nuestra naturaleza de corderos, vano esfuerzo que agradecemos, pero innecesario desde que Maquiavelo puso los primeros ladrillos teóricos del Estado moderno.
Como esas cosas ya no se enseñan en las escuelas pretenden adoctrinarnos ahora que, ya adultos, empleamos el tiempo en colocarnos el salvavidas para no hundirnos con la nave que los pésimos capitanes no saben pilotar y los competentes no pueden porque no los dejan.
Por eso, porque no saben cómo librarnos de las tormentas y se otorgan patentes de corso para desatarlas, se afanan en aplicarnos recetas que no nos harán más ciudadanos, sino mejores gilipollas.
5 comentarios:
Y a fé que lo estan consiguiendo:
Con la que está cayendo y la gente est´ña mas preocupada del fumbol o del Gran Hermano que de la mierda de sueldos que están cobrando. Los precios siguen subiendo y el paro sigue aumentando, pero su mayor preocupación es que quiten los crucifijos de los colegios. El estado se va hipotecando y nosotros hechamos la culpa a los inmigrantes. La imbecilidad campa a sus anchas y no le pedimos explicaciones al gobierno. Ni a la oposición. Ni a nadie. ¡Qué vergüenza de país!
Patricia Esteban, escritora, maestra y amiga mía escribió esto el otro día en su muro.
"A O, una niña gambiana, su tío la dejó medio ciega de una patada. Cuando consigue leer una palabra entera se pone muy contenta, se ríe y es como si acabara de crear aquello que ha leído. A mí se me hace un nudo por dentro".
El mundo desde el otro punto de vista, el mundo de esa niña tan diferente, tan distinto. Me conmovió mucho y leyendo tu post lo he recordado.
¿Dónde y cuándo hemos perdido el cordon umbilical al mundo de los sentimientos reales?
No sé, no tengo ni idea, pero me quedo con las palabras de esa niña y de su profesora.
Un beso,
Marta
Patricia Esteban, escritora, maestra y amiga mía escribió esto el otro día en su muro.
"A O, una niña gambiana, su tío la dejó medio ciega de una patada. Cuando consigue leer una palabra entera se pone muy contenta, se ríe y es como si acabara de crear aquello que ha leído. A mí se me hace un nudo por dentro".
El mundo desde el otro punto de vista, el mundo de esa niña tan diferente, tan distinto. Me conmovió mucho y leyendo tu post lo he recordado.
¿Dónde y cuándo hemos perdido el cordón umbilical al mundo de los sentimientos reales?
No sé, no tengo ni idea, pero me quedo con las palabras de esa niña y de su profesora.
Un beso,
Marta
Parece que el grado de gilipollez va en aumento y no sólo por la viñeta de Forges, la demagogia de políticos, el futbol, la telebasura, las banalidades y tontás varias...
Acabo de ver el programa de Iñaki Galibondo en CNN+. Ya casi al final conectó con el corresponsal el Whashinton para que le diera las novedades, el cual dijo que a causa de la ola de frío y nieve que asola el país está casi todo paralizado, incluso la política, a lo que añadió que "los republicanos se están riendo literalmente del cambio climático".
Hacer ver a la gente que el clima es lo mismo que el tiempo meteorológico, en contra de las evidencias y de los estudios científicos con el objetivo de no ver perjudicados sus intereses económicos a corto plazo, como si a ellos a medio o largo plazo también no les afectara, es otra gran gilipollez. Hay muchos gilipollas.
Lo peor de todo no es eso. Lo peor de todos es que esos gilipollas ya sean desde sus tanques mediáticos o poderes políticos o económicos están adoctrinando a la gente en la gilipollez. Dan ganas de pegarse siete tiros en la cabeza.
poco más que añadir a lo que han dicho... la viñeta de Forges, como siempre, excepcional.
¿veremos algún día de nuevo la luz al final del túnel?
biquiños,
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