viernes, 18 de junio de 2010

Saramago ya puede hablar con Dios

Foto: Marco Donatiello
"La vida es como una vela que va ardiendo. Cuando llega al final lanza una llama más fuerte antes de extinguirse. Creo que estoy en el período de la última llamarada, antes de la extinción".
José Saramago no sólo era un buen escritor, sino también un buen augur. Lo demuestran estas palabras pronunciadas por él hace apenas un año, poco después de ver publicada la última de sus novelas, su obra más "blasfema", según opinión de aquellos a quienes molesta incluso el sonido del viento.
Saramago tendrá ahora ocasión de hacer lo que nunca pudo: hablar con Dios. Preguntarle por qué el hombre es la peor de sus creaciones y de paso comprobar si está hecho a su imagen y semejanza. Quizá lo encuentre sentado en su trono con un Kalashnikov en el regazo. Al Nobel portugués no le sorprendería. Y se lo reprocharía, como también le reprochará el cainismo que asola el mundo y que no haya enviado una de sus plagas para terminar con tanta inquina en nombre del Señor y del vil metal que el propio Dios enterró para que lo encontráramos.
O meninho que nasceu no Portugal profundo podrá ahora cumplir la más íntima y eterna de sus recónditas esperanzas: reescribir los evangelios sentado a la izquierda del Padre.

3 comentarios:

Irreverens dijo...

¡Oh! Acabo de enterarme por ti, Migra...
:(

Con tu permiso, linkeo tu entrada en mi blog.

Un beso

Im-Pulso dijo...

Si logra hablar con Dios, estoy seguro de que le regalará un ejemplar de "Caín", dedicado.

Anónimo dijo...

Yo creo que don José hablará con Dios, de lo que ya no estoy tan seguro es si Dios le escuchará a él o a sus intermediarios terrestres (L'obsservatore romano)