Los humanos nos pasamos la vida buscando algo que nos satisfaga, de lo contrario la búsqueda no tendría sentido. Buscar por buscar no siempre es, sin embargo, una pérdida de tiempo, pues puede ser incluso una manera de experimentar.
La selección española de fútbol ha encontrado lo que buscaba: ser campeona del mundo, un reto renovable que no siempre se logra y que, por ello y a menudo, conduce a la frustración.
Montilla trata de buscar con Zapatero una salida al innecesario lío del Estatut catalán, una componenda apresurada que luego copiaron otros y otros más se encargaron de incendiar a instancias de unos cuantos que confunden "nación" con "Estado". ¿Se declararán también inconstitucionales las copias del Estatut en aquellas comunidades que no aspiran al rango de "nación"?
A veces la búsqueda puede ser también una huida, como la que habrá emprendido ya Omar Hassan Ahmad al Bashir, presidente de Sudán al que busca la Corte Penal Internacional por genocidio. La gente así no debería encontrar nunca lo que busca y tendría que pasarse la vida, incluso la eterna, vagando de un lugar a otro sin gota de compasión que calme la angustia con que la oprimen los fantasmas del pasado.
Otras veces buscar implica impedir la forma de que otros hagan su trabajo, al que achacan conductas supuestamente delictivas que más bien parecen propias. La cuestión es intimidar, coartar, imponer, evitar. La cuestión es demostrar quién manda aquí.
A veces, tristemente, hay quien busca perpetuar lo irrepetible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario