Llamarles mensajeras a las moscas puede parecer un despropósito porque la impresión que generalmente tenemos de estos bichitos es que son, más bien, cojoneras.
Pero del supuesto "defecto" también se puede hacer virtud, y eso es lo que ha visto en ellas la editorial alemana Eichborn, que las ha utilizado para promocionarse en la Feria del Libro de Frankfurt. ¿Cómo? Soltando en el recinto dos centenares de estos animales, a los que adhirió con cera natural un papel ultraligero con mensaje que las moscas trasladaban de un lado a otro de la feria.
El vídeo da fe de que no pasaron desapercibidas. Para alguno no sólo no fue molesto, sino incluso divertido.
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