lunes, 27 de septiembre de 2010

Desmemoriados e ingratos

A medida que se acerca la huelga general del próximo día 29 las críticas contra los sindicatos se cargan de acritud y ponzoña en un intento por descalificarlos, deslegitimarlos y, peor aún, erradicarlos. Esto último les gustaría especialmente a los defensores del capitalismo salvaje, causantes, no lo olvidemos, de la actual crisis económica, de la que ellos tratan de responsabilizar a los sindicatos y, por extensión, a sus representados. La falacia y el populismo, señores, no conocen sonrojo.
Lo descorazonador del acoso político y mediático a que es sometido el sindicalismo tanto con motivo de esta huelga general como de las anteriores es que parte de la descalificación proviene de gente que tendría que estarles agradecida o, cuando menos, callada, aunque sólo sea por vergüenza torera y por respeto a sus años de clandestinidad y persecución, de cárcel y de torturas.
Ni ahora ni nunca desde la instauración de la democracia el sindicalismo ha restado, sino sumado. Los sindicatos no han abaratado el despido, no han congelado las pensiones, no han rebajado los sueldos, no han subido impuestos ni reducido gastos sociales, prolongado la edad de jubilación o negado créditos, no han cerrado empresas ni han condenado a millones de personas al desempleo. Todo eso lo han hecho y lo hacen quienes afirman con desparpajo y descaro que el sindicalismo está trasnochado, que es un lastre para el desarrollo laboral y empresarial y una rémora para la productividad. Tales falacias no colarían fácilmente entre los trabajadores escandinavos, en cuyos países el alto nivel tecnológico y productivo guarda estrecha relación con porcentajes de sindicación superiores al 70%, lo que demuestra que lo que en realidad necesitamos no es una reforma laboral, sino una reforma mental. ¡A otro gato con ese cascabel, pues!
Y en fin, qué decirles a los desmemoriados, ingratos e ignorantes sobre lo que ellos llaman "deslegitimación" de los sindicatos si no que sus funciones son tan constitucionales como las de los partidos políticos y que su representación legal es tan legítima como la de diputados, senadores, alcaldes, concejales o la de las organizaciones empresariales. Quizá a ellos les gustaría trabajar en empresas en las que las condiciones laborales dependiesen del criterio y del capricho del empresario, incluso negociarlas privada e individualmente para demostrar que no hay lameculos más exquisitos al sur de los Pirineos.
Afortunadamente, somos muchos, creo que todavía mayoría, los que creemos que sin la labor de los sindicatos como institución social estaríamos peor y más indefensos frente a la codicia y la ambición sin límites de quienes entienden el poder y la jerarquía como práctica humillante y aún sodomizante de la relación contractual.
Los sindicatos y los sindicalistas merecen, en general, nuestra consideración y respeto. Por su gestión y por la defensa de nuestros intereses como trabajadores, por su aportación a la estabilidad y modernización de las relaciones laborales, especialmente ahora que, en plena vorágine de una crisis que otros nos hacen tragar con cicuta, su trabajo es más necesario que nunca. Aunque a veces se equivoquen.

3 comentarios:

Runaway dijo...

Acabo de subir una entrada que llevaba un par de semanas preparando con el título prestado de un artículo que leí, "NO SE PUEDE ESCUPIR PARA ARRIBA", y con un subtítulo de NO SE PUEDE TIRAR PIEDRAS SOBRE EL PROPIO TEJADO, con lo cual, es obvio de por dónde van a ir los tiros, aunque también hago algunas críticas a los sindicatos y contra la poca toma de conciencia de una parte de la sociedad que vive en un mundo irreal que les transmiten las telepantallas de Big Brothers.
Aviso que es un poco largo.
http://born-to-run-runaway.blogspot.com/2010/09/no-se-puede-escupir-para-arriba.html

santi dijo...

Comparto tu opinión acerca de los sindicatos. Solo quería recordar algo que me resulta paradójico: la deslegitimación de los sindicatos no ha comenzado con la convocatoria de huelga general; desde un año antes, por lo menos, medios y políticos ya estuvieron haciéndolo por no convocarla.
Por cierto, me gusta la nueva plantilla del blog. Saludos.

observador subjetivo dijo...

Os invito a leer los motivos por los que he decidido apoyar la huelga general, en este post:

http://observadorsubjetivo.blogspot.com/2010/09/huelga-huelga-huelga-huelga-general.html