Durante la eufórica convención de Sevilla, Mariano Rajoy pronunció una estudiada frase de la que se hicieron eco una porrada de medios informativos y que refleja claramente lo alejados de la calle que están los políticos.
Dice Rajoy: "España tiene sed de urnas". Quizá el eslogan mariano tenga éxito como reclamo político como lo tuvo el "¡Váyase, señor González!", pero nada más. Le falta la mordiente, la conceptualidad y el espíritu democrático que tendría si en tiempos de Franco el señor Rajoy hubiese gritado, megáfono en mano y en plena plaza de Oriente: "¡Las urnas tienen sed de España!".
¡Eso sí que sería un puntazo!
Lo otro no son más que caralladitas e hilitos de plastilina. ¿Por qué? Pues porque las urnas no pagan hipotecas, no dan de comer (excepto a los políticos) ni sacan a España del atolladero en que la han metido atorrantes como el señor Rajoy y compañía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario