miércoles, 26 de enero de 2011

Un motivo para reírse

Esta mañana al despertarme sentí deseos de echarme unas buenas risas. Debí de tener pesadillas durante el sueño y mi subconsciente debía de querer desquitarse, así que me desperté saleroso.
Quería reírme y me puse a buscar un motivo, una espoleta, algo que me ayudase a comenzar el día con una sonrisa sin adjetivos.
Fue fácil encontrarlo. Sólo hay que buscar en los lugares indicados.

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