Billy Wilder solía decir que somos tan buenos como lo mejor que hayamos hecho en nuestra vida.
Creo que algo tan pretendidamente estimulante también lo dirían un psicólogo o un psiquiatra a pacientes con baja autoestima. Quizá el bueno de Wilder utilizaba aforismo tan dudoso para superarse a sí mismo, o simplemente para hacerse creer que podía superarse a sí mismo. En cualquier caso, creo que no estuvo acertado.
El problema es que eso que dijo no sirve para todos igual porque hay personas que, con toda razón, creen que no han hecho nada en su vida. Pero todos sabemos, excepto ellas, que están equivocadas. Vivir, bien o mal, de una forma u otra, no es gratuito. Otra cosa es que creamos que nuestra vida ha sido desaprovechada. Quienes así lo piensen de sí mismos quizá estén en lo cierto.
En efecto, el aforismo atribuido a Wilder no sirve para todo el mundo porque no podría ser aplicable, por ejemplo, ni a Adolf ni a Josif, de quienes sin duda diríamos que son tan malos como lo peor que hayan hecho en sus vidas. Por mucho que ellos hayan pensado de sí mismos lo que Willy Wilder parecía pensar de los demás.
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