El Concello de Baltar es un pequeño municipio de la provincia de Ourense (sólo 1.144 habitantes según el censo del INE del 2009 -¿cómo puede tener categoría administrativa y política de ayuntamiento un pueblo de poco más de mil habitantes y no la Gran Vía de Madrid?- en el que, según las denuncias, el alcalde se comporta como señor feudal y dictador.
La farmacéutica reconoce en una entrevista en La Voz de Galicia que el regidor la llamó a su casa varias veces para pedirle que despidiera a su auxiliar si era candidata por el PSOE en las elecciones del 22 de mayo próximo. El partido ya ha denunciado estos hechos, corroborados por la propia farmacéutica, a quien el señor de Baltar amenazó con cerrar el negocio, según ella misma declaró a Faro de Vigo.
El problema del alcalde de Baltar, como el de muchos otros, es que lleva treinta años en un cargo que cree que le pertenece. Uno de los grandes y graves problemas de la política en España es que los partidos se resisten a limpiar la vida pública limitando los mandatos y expulsando de sus listas a los indeseables.
1 comentario:
Treinta años? tendrá la silla y las neuronas pegadas al asiento.
Ufff, tremendo.
K,
Marta
Publicar un comentario