sábado, 9 de abril de 2011

Perfección

Más de 20.000 novicios budistas se preparan en Wat Dhammakya (Bangkok)
para su ceremonia de ordenación. David Longstreath / AP

En países remotamente exóticos, el hombre todavía aspira a alcanzar el cielo con la mente.
El nubarrón del desorden mundial no perturba sus sentidos, su silencio no cotiza en atribulados Wall Streets, su amor propio no se quema en hogueras que no puede apagar.
En países remotamente exóticos, la codicia es una virtud teologal desprovista de vanidades, el combustible necesario para superar la empinada senda hacia la perfección.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Visto o visto, igual o noviciado é o camiño.

Im-Pulso dijo...

Me ha gustado eso de "la codicia es una virtud teologal..."