Al gran Gary Cooper, hombre depresivo y forjado en depresiones, se le atribuye una definición idílica del hombre feliz, según la cual lo es aquel que durante el día, por su trabajo, y de noche, por su cansancio, no tiene tiempo de pensar en sus cosas.
No está mal. Pero eso era en tiempos del gran Gary Cooper.
En estos tiempos depresivos y fundidos en depresiones, el protagonista de El árbol del ahorcado, La jungla en armas o Sombras de sospecha -títulos de metafórica actualidad- probablemente estaría de acuerdo en que un hombre infeliz es aquel que durante el día, por su falta de trabajo, y de noche, por la angustia de no tenerlo, no encuentra motivos para conciliar el sueño ni tiempo para pensar en otras cosas.
1 comentario:
genial pero muy triste.
biquiños,
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