Escribe Matías Vallés:
"El cine y la economía de terror manejan magnitudes que sólo son aceptables en el reino de los muertos vivientes. De hecho, se denomina bancos zombies a las entidades que siguen funcionando una vez fallecidas, y cuyo nombre suele coincidir con el lugar aciago donde depositamos nuestros ahorros. Sus directivos siguen cobrando sueldos espectaculares en euros vivitos y coleando, porque en el reino de la ficción nunca nos cercioramos de quién lo dice". [Texto completo]
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