En la gran mesa de juego que es la vida, el incómodo no es el tramposo -que se limita a jugar de una determinada manera, pero participa-, sino el que rompe la baraja.
Este pensamiento del filósofo e historiador holandés Johan Huizinga pone sobre la mesa una de las preguntas-deseo probablemente más implícitamente planteadas en estos tiempos de ensayos de consecuencias imprevisibles: ¿seremos capaces de romper la baraja?
1 comentario:
Definamos romper la baraja no sea que les estemos dando más excusas para hacer, todavía más, LO QUE LES DE LA GANA.
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