Manuel M. Almeida: "Los bloggers no deberíamos aspirar a ser famosillos"

A buenas horas, mangas verdes no sólo es un dicho histórico, sino también el nombre de una bitácora igualmente histórica, pero no por llegar a destiempo, sino por todo lo contrario. Sus estadísticas, con más de cuatro millones de visitas, lo prueban. La gestiona Manuel M. Almeida, avezado periodista de vieja escuela con quien comparto el gusto por la canción veraniega de aquellos años en que Los Brincos, Los Bravos o Fórmula V causaban furor en nuestros astutamente poco iluminados guateques juveniles. ¿Cómo no sentirse, pues, EntreBlogueros?

- Eres periodista y “juegas” a ser músico y escritor, según dices en la presentación de Mangas Verdes. ¿En qué fase te hallas en cada una de esas facetas?
- Digamos que si ese juego fuera, por ejemplo, Sonic The Hedgehog, cada una de esas facetas serían esmeraldas que he ido recopilando en el progreso de mi aventura personal, y que ayudan a conformar lo que soy en estos momentos. Indudablemente, mi yo, aquí y ahora, es un yo volcado con el periodismo e Internet, pero que no pierde de vista todo aquello que le gusta y que ha ido atesorando en su recorrido vital y profesional.
- ¿Después de tres años de actividad y más de cuatro millones de entradas se decoloran las mangas?
- Quizá diría que se vuelven más intensas, todo es mucho más verde que al principio. No sólo por el desarrollo del proyecto, sino porque la gente te lo demanda, te identifica y, en cierto modo, te exige que no pierdas el color. Lo cual no quiere decir que ese verde no se vaya llenando de matices.
- ¿Tiene anécdota el nombre o es casualidad?
- Una sucesión de ambas cosas. Mangas Verdes es el epígrafe de mis artículos de opinión en el periódico, así que cuando me decidí a montar el blog me pareció divertido darle ese nombre. Además, es un título abierto a múltiples interpretaciones: desde la evocación del propio refrán al hentai (mangas eróticos), pasando por la canción Greenslaves o la deliciosa fruta tropical. Resulta un título muy evocador que despierta la imaginación del lector.
- ¿Firmarías una bitácora que llevase por título “Llueve sobre mojado”?
- Por supuesto, y más en esta tesitura política y social en la que muchos nos quieren vender la pólvora como el último gran descubrimiento, como si la acabaran de inventar. Además, es el título de dos canciones que me encantan, una de Silvio Rodríguez y otra del dueto Joaquín Sabina-Fito Páez. Eso sí, hay que tener en cuenta que, cuando llueve, llueve, y nunca lo hace sólo sobre un mismo terreno. Lloverá sobre lo mojado, pero también caerá algo siempre sobre lo seco. Es decir, que en esto, como en todo, nada es absoluto.
- ¿Qué piensas cuando ves que has recibido cuatro mil visitas, promedio diario de tu bitácora?
- En realidad, la cosa está sobre las 6.000 de media, y mi reacción es siempre de sorpresa y asombro, a la vez que vértigo por la obligación de mantener el ritmo y no defraudar las expectativas de los usuarios. Una mezcla también de profundo agradecimiento, confirmación de que vas por el buen camino, y sentido de la responsabilidad.
- ¿De qué post estás más orgulloso y por qué?
- Hay unos cuantos y casi todos tienen que ver con ideas acerca del periodismo, la blogosfera o los derechos de autor, es decir, aquellos en los que vierto mi pensamiento sobre estas áreas. También hay algunos de carácter humorístico e incluso las viñetas que agrupo en Manguix. Pero, vamos, si tengo que dar un título te daría, por ejemplo, Bitácoras: un fenómeno comunicativo sin precedentes.
- Administras otras bitácoras, ¿a cuál le sacas mayores satisfacciones?
- Indudablemente, Mangas Verdes es el centro de todo mi universo en la Red, pero en lo que a satisfacciones se refiere cada una de ellas me aporta distintas dimensiones. Imagina, por ejemplo, es mi escaparate fotográfico, donde muestro aquellas fotografías que me parecen más interesantes; Rienda Suelta es mi taller creativo literario-musical; Útil y ¡Gratis! y Blablablog son blogs de servicio a la comunidad.
- No veo que vaya contigo aquello de “perro ladrador, poco mordedor”, pero ¿de qué prescindes para hacer tantas cosas, incluidas las que no sabemos?
- Intento no prescindir de nada, pero eso resulta imposible incluso para un trabajador compulsivo como yo. Más que prescindir, lo que procuro es planificar y repartir tareas para poderles dedicar a todas algo de tiempo. Hay cosas, como Mangas Verdes o mi labor de periodista, que no admiten ese tipo de planificación, pero el resto se amolda a ellas. A ellas y al sueño y la familia, claro. Quizás sea el sueño el que más sufra en esta tesitura.
- Minoic.net. es una red de blogs en la que participa Mangas Verdes, ¿cuál es su finalidad?
- En principio se trata de un proyecto colectivo donde cada cual aporta su experiencia y conocimientos sobre la blogosfera para enriquecernos mutuamente. Del mismo modo, la idea es poner en marcha proyectos conjuntos basados en nuestros gustos e intereses, comenzando por el propio sitio oficial, Minoic.net.
- ¿Serán esas redes el embrión de una nueva estrategia comercial para captar clientela familiarizada con las nuevas tecnologías?
- Supongo que si el objetivo del anillo fuera comercial habría tenido ese carácter desde el inicio, pero no parece que sea así. Por lo que he podido ver hasta ahora (me incorporé hace apenas unos días), el aspecto comercial, que tampoco se rechaza aunque no se impone a ningún autor, es secundario. Por ahora me siento entre un grupo de excelentes bloggers y amigos que hablan de sus cosas y alientan iniciativas de interés para la comunidad, sin presiones ni llamadas a la homogeneidad.
- ¿Llegarán a necesitar los blogs personales de la sindicación para no perderse en la blogosfera?
- No creo que se pueda generalizar. Habrá blogs que lo necesiten y blogs que no. Dependerá de múltiples factores, de su vocación colectiva, de su fuerza o presencia en la Red, de sus necesidades... Lo que sí se viene percibiendo desde hace unos meses es la agrupación de muchos bloggers individuales en plataformas colectivas, ya sean comerciales o no. Esto quizá pueda indicar una tendencia. En mi caso particular, el paso vino dado por la necesidad de experimentar el factor colectivo en la blogosfera, y más de la mano de gente como Antonio Cambronero, Guillermo Carvajal y José Luis Orihuela, auténticos pesos pesados, en lo humano y profesional, de la Red.
- ¿Cuál es la clave del éxito de una buena bitácora?
- Hay claves técnicas, claves éticas y claves humanas, y todas ellas cuentan con abundante literatura en la blogosfera, pero yo lo resumiría en cuatro: sé tú mismo, ofrece buenos contenidos originales, ten paciencia y, sobre todo, no te obsesiones con el éxito. Esto no es Gran Hermano ni los bloggers deberíamos aspirar a ser famosillos. El éxito, muchas veces, está en la valoración que uno mismo haga de su trabajo y en lo que ese trabajo te aporte a escala personal.
- Dirigir, editar, diseñar, escribir y gestionar webs, ¿te hace mejor periodista o quizá mejor músico y escritor?
- Todo interactúa. Probablemente ser periodista, músico, escritor, fotógrafo aficionado... me haya hecho ser mejor blogger porque me aporta experiencia, técnicas, vivencias, múltiple visión de las cosas y, al contrario, adentrarme en la blogosfera me ha supuesto redimensionar y reinterpretar todo mi bagaje anterior y todas mis actividades. No sé si mejor o peor (yo creo que mejor), pero, cuanto menos, más rico.
- De todos los verbos de la pregunta anterior, ¿cuál debe conjugar mejor el buen bloguero?
- De los de esa lista, sin duda, escribir.
- ¿Entrará el bloguerismo en el catálogo de profesiones?
- De hecho, ya hay gente que trabaja en esto en plan profesional. Sin embargo, no creo que ése sea el único ni el mejor camino, ni siquiera al que deba aspirar la persona que se inicia en el mundo de los blogs, ni siquiera la imagen que se deba dar de la blogosfera. La profesionalización es lícita y respetable, pero el blog, entendido como diario personal o parcela de comunicación libre en la Red, tiene matices mucho más importantes y enriquecedores que el de hacer dinero.
- Si tuvieses siete vidas, como dicen que tienen los gatos, ¿a qué las dedicarías?
- Una vida la dedicaría de lleno a aprender a vivir. La segunda, a aprender a soñar. La tercera, a aprender a entender. La cuarta, a aprender de todo y de todos. La quinta la dedicaría a aprender a amar. La sexta, a disfrutar de todo lo aprendido. Y la séptima, a contar todas esas vidas en un blog.

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