miércoles, 7 de noviembre de 2007

Basta con ser persona

Escribo esta entrada para secundar la iniciativa del Foro de Hombres por la Igualdad, que conozco a través de June Fernández. Se invita a reflexionar sobre la masculinidad y a dar respuesta a la pregunta “¿A qué nos comprometeríamos?” en nuestra relación, como hombres, con las mujeres.
Las relaciones entre personas de distinto sexo (no de distinto género, que eso es otra cosa) son generalmente controvertidas, sobre todo cuando se plantean en oposición (hombre / mujer, masculinidad / feminidad), en lugar de en complementariedad. Hombres y mujeres son complementarios porque son distintos e interdependientes. Gorgo, esposa de Leonidas, rey de Esparta, ya lo dejó claro cinco siglos antes de Cristo: “Sin mujeres, no hay espartanos”. Ni colombianos, africanos o españoles, añado.
Crecí entre mujeres que me alimentaron, me vistieron, me educaron y me convirtieron en persona. No puedo concebir el mundo sin ellas, como tampoco sin sus compañeros, que compartieron con ellas ese trabajo no por oposición, sino por responsabilidad, correspondencia y complementariedad. No me considero un privilegiado por eso, sino por haber nacido aquí y no en un desierto que me obligue a cruzar el Atlántico para morir en una acera de Madrid. Por eso tampoco veo un opositor en el negro, el judío, el norteamericano, el ruso o el musulmán, sino un complemento a mi condición gallego-hispano-europea. La cultura no puede entenderse como una isla, sino, como mínimo, como una península.
Iniciativas como las del Foro de Hombres por la Igualdad merecen respaldo, pero no siento necesidad de formar parte activa de ellas como tampoco de Alcohólicos Anónimos, a quienes también apoyo por lo que implican, al igual que apoyo el manifiesto del foro por solidaridad con las mujeres, pero no porque me sienta implicado o impelido a cumplir con su articulado, puesto que lo doy por sentado y forma parte de mi manera de ser.
En general, deberíamos aprender a utilizar un lenguaje más positivo y emplear palabras motivadoras en lugar de coercitivas (por ejemplo, “trabajar” en vez de “luchar”), como también modificaría parcialmente, al hilo de un uso más apropiado de las palabras, el nombre de toda entidad que haga distinciones sexuales. El Foro de Hombres por la Igualdad, pongo por ejemplo ahora cercano, podría llamarse Foro de Personas por la Igualdad, puesto que de ese modo sumaría y escalaría otro peldaño y porque no sólo ellos tienen que trabajar para superar el inferior papel que se le ha otorgado a la mujer en la sociedad. Los hombres somos, en parte, producto de la educación femenina, consecuencia, a su vez, de un modo machista de entender el mundo. No hay, pues, disociación posible, por lo que tampoco deberían centrarse los discursos en esa pretendida oposición hombres / mujeres, aún reconociendo los distintos roles que ambos pueden desempeñar en ámbitos como el trabajo, la familia, el hogar, la educación, etc. De ahí la complementariedad.
La pregunta que motiva esta reflexión (“¿A qué te comprometerías?”) merece también un cambio en el tiempo verbal para descartar el condicional en beneficio del presente. No son necesarias condiciones previas para convivir ni con mujeres ni con hombres, sino comportarse como personas. Basta con eso. Para mí no hay mayor compromiso.

6 comentarios:

Viguetana dijo...

Sí, señor. ¡Bravo!
:-)

Ojalá todo el mundo hablara en términos de "persona", en lugar de invocar constantemente la circunstancia azarosa de haber nacido hombre o mujer.

entrenomadas dijo...

PRECIOSO!!!
De verdad que me ha encantado!!!
Besos virtuales, achuchones virtuales!!

Anónimo dijo...

Efectivamente, somos seres humanos, personas. Da igual que uno nazca hombre o mujer, pues debería tener los mismos derechos. Me gustó tu post.

un abrazo.

Desesperada dijo...

joer, guillermo, con más tíos como tú esto sería otra cosa!

June Fernández dijo...

Gracias por unirte a la iniciativa. Como supondrás por mi post, no estoy nada de acuerdo. Me parece un planteamiento teórico intachable pero ajeno a la realidad. La diferencia entre los alcohólicos y los machistas es que lo segundo lo somos todos y todas, lo reconozcamos o no, porque es imposible escapar del bombardeo constante de roles, estereotipos y valores. En tu caso igual no los has tenido en el hogar, pero sí en la televisión, la universidad o en el trabajo.

Es una noticia excelente que personas como tú hagáis gala de ser igualitarias y, además, de manera espontánea. Pero tenéis que ser conscientes de dos cosas: en primer lugar, que no reconocer los restos que el machismo ha dejado en todos hace imposible combatirlos. En segundo lugar, es evidente que los jóvenes siguen reproduciendo esquemas machistas en sus relaciones. Hay estudios cualitativos que lo demuestran, y vemos ejemplos constantes a nuestro alrededor. Me parece ingenuo (con todo el cariño y el respeto) pensar que diciendo "basta con ser persona" van a cambiar los esquemas mentales fruto de una educación nada igualitaria durante siglos.

So hay foros de hombres no es porque sólo ellos tengan que trabajar por la igualdad. Es porque muchos y muchas estamos convencidos de que es necesario trabajar por separado para poder unirnos luego con los deberes hechos y sin reproches. Además, un problema de los foros mixtos es que reproducen los esquemas machistas. Un ejemplo: en el Master de Igualdad de la UPV me cuentan que el 90% de estudiantes son mujeres pero el delegado siempre termina siendo hombres.

Tampoco veo necesario negar o obviar el sexo para ser igualitarios. Como dices, se puede partir de la convicción de que nos complementamos. Siendo así, me parece positivo tener espacios de reflexión y trabajo separados para compartir vivencias, sentirnos libres de ciertos miedos, trabajar asignaturas pendientes como la afectividad entre hombres o combatir la competitividad entre mujeres, etc.

Qué duda cabe de que si todos pensaran como tú sería asi de fácil. Me parece un buen planteamiento teórico. ¿Pero qué propones para lograrlo? Aún así, gracias de nuevo y me alegro de que pienses así y reflexiones sobre estas cosas..

Guillermo Pardo dijo...

June: Yo estoy bastante de acuerdo contigo, pues aunque hacemos planteamientos distintos, partimos de idénticas realidades. Si vuelves a leer mi texto creo que verás que no soy ajeno a esa realidad (una prueba de ellos son mis entradas en el blog) y, además, en él se reconocen esos "restos de machismo" a que te refieres. Me dejas, no obstante, la impresión de que o no me he explicado bien o no has entendido lo que digo. En cualquier caso, también coincido contigo en que los jóvenes arrastras esos resabios machistas que contribuyen a dificultar las relaciones de igualdad, pero eso se pule (y con esto respondo también a tu pregunta: ¿qué propones para lograrlo?)con educación. A mí me ha servido porque me han educado. El problema es que actualmente muchos padres pasan de educar a sus hijos porque creen, erróneamente, que de eso deben ocuparse los profesores o, en todo caso, de que se educarán por sí solos. Viendo la televisión, por poner un ejemplo.
Gracias a ti también por haberme invitado y me alegra ver que te preocupa especialmente el tema.

Gracias también a Viguetana, Entrenómadas, Fernando y Desesperada. No hay nada especial en mi comportamiento, en mi forma de ser ni en mi manera de ver las cosas. Hay detrás, como dije, un trabajo educativo de hombres y mujeres que ha dado un fruto concreto. Eso es todo.
Besos y abrazos para todos.