domingo, 13 de enero de 2008

Ambrose Bierce: "El patriotismo es basura combustible a disposición de los ambiciosos que quieren lustrar su nombre"

La mosca del patriotismo hace estragos entre algunos políticos y sectores sociales españoles.
No dejan de revolotear e incordiar con un molesto zumbido acusador de antipatriotismo contra quienes no piensan igual que los de su bando, se escupen el florilegio patriotero como quien compite para ver quién esputa más lejos y nos distraen, exageradamente secundados, con propuestas de vieja escuela que suenan a milonga cantinera.
Tanta algarabía confunde. Por eso he recurrido a míster Ambroce Bierce, para que me aclare un poco las ideas.

-Ring, ring, ring...
-[en la distancia] Si deseas que tus sueños se hagan realidad, ¡despierta!
-Perdón, ¿habla conmigo?
-¿Quién llama?
-Disculpe, debió haber un cruce de líneas. Soy Fulanito.
-¿Fulanito? Creí que sólo Chesterton bautizaba a sus personajes con nombres impersonales...
-Verá... Llamo desde España, Spain. Do you understand? Aquí estamos muy preocupados por las cuestiones patrióticas y me gustaría conocer su opinión.
-¿Sobre España?
-No, sobre las cuestiones. Hablo de patriotismo...
-Mire, joven... Porque usted es joven, ¿no?
-Bueno... En fin, yo quería que me hablase...
-Sí, le he oído. No soy sordo, ¿sabe? El patriotismo es esa basura combustible a disposición de cualquier ambicioso que quiera dar lustre a su nombre. Es más, en el famoso diccionario del doctor Johnson se define el patriotismo como el último recurso del truhán. Yo diría que es el primero, con todo el respeto para lexicógrafo tan ilustre.
-Según eso, esto está poblado de patriotas truhanes.
-Como en todas partes, oiga. En cualquier caso, no olvide que el patriota es alguien para quien el interés de una parte es superior a la del todo, aunque también podemos llamar patriotas a los embaucados por los hombres de Estado.
-El Estado... Sobre eso quería preguntarle también...
-Mejor llámele corporación, porque el Estado funciona como un ingenioso dispositivo para obtener ganancias sin responsabilidad individual.
-Por lo visto, usted no es pensionista ni hombre de banderas...
-La pensión es una necesidad, pero las banderas no son más que trapos coloreados que flamean sobre las tropas y se alzan en fuertes y naves. Parecen tener el mismo uso que ciertos carteles en los terrenos baldíos de Londres: “Aquí, basura”.
-Esa basura, como usted la llama, es como una religión para los patriotas, da muchos votos a ciertos políticos e incluso se convierte en enseña de las revoluciones.
-Vayamos por partes, joven. Aclaremos, en primer lugar, que el voto es instrumento y símbolo del poder de un hombre libre de mostrarse tonto y arruinar su país. Y no me hable de revoluciones porque, desde el punto de vista político, sólo son un cambio brusco en la forma de desgobierno. En cuanto a la religión, ¿qué quiere que le diga? Es hija de Esperanza y Miedo, y explica a Ignorancia en qué consiste Inexplicable.
-Le percibo a usted muy irreverente...
-Será porque la reverencia no es, para mí, más que la actitud del hombre ante Dios y del perro ante el hombre. ¿Qué le parece?
-Lo que dice, míster Bierce, es como un misil en el núcleo de algunos dogmas occidentales.
-No me venga con bandos, joven. Occidente sólo es una parte del mundo al oeste (o al este) de Oriente, poblada principalmente por cristianos, una poderosa subtribu de los Hipócritas, cuyas mayores industrias son el asesinato y la trampa, a las que gustan de llamar “guerra” y “comercio”. Éstas son, también, las mayores industrias de Oriente.
-No le noto a usted muy optimista, la verdad.
-Jajaja.
-¿Qué le hace gracia?
-Jajaja. Nunca creí en doctrinas o creencias según las cuales todo es bello, incluso lo feo; todo es bueno, especialmente lo malo, y todo está bien si está mal. Jajaja.
-Ríase, pero las cosas que usted dice no podría decirlas libremente en muchos otros lugares fuera de Occidente.
-La libertad, la libertad... Uno de los bienes más preciados de la imaginación, querido entrevistador. ¿Nos queda mucho?
-Siento ser pesado...
-¡No, qué va! Es que tengo unas natillas al fuego.
-Que le aprovechen, míster Bierce. Y muchas gracias.

Bases para un himno nacional "allegro cantabile"

Islas Cíes Blog: La letra del himno

10 comentarios:

Irreverens dijo...

No conocía a Bitter Bierce, pero me interesa. Buscaré más.
Supongo que no es necesario que añada que me ha encantado esto:

Le percibo a usted muy irreverente...
-Será porque la reverencia no es, para mí, más que la actitud del hombre ante Dios y del perro ante el hombre. ¿Qué le parece?

¡jajajaja!

Besos.

entrenomadas dijo...

Un hombre lucido y brillante. Me ha dejado boquiabierta. Excelente.
Esto....no sé por qué pero me parece que no llegará ministro.

Bicos

Alicia Mora dijo...

jaja que bueno Guillermo!..
"natillas al fuego..."ajajajjajajajaja..
Un señor lúcido, sin dudas.
Saludos

Alicia Mora dijo...

Por cierto Guillermo, mira que te he dejado un testigo:
http://mm-cuadernodebitacora.blogspot.com/2008/01/de-vuelta-y-media.html
Un besooo

JLuis dijo...

Cuanto bueno hay por acá Guillermo... me quedo con la definición de patriotismo.

Personajes públicos de afilada lengua y lucida ironía... no es pedir tanto, no??

Un abrzo.

Fran Invernoz dijo...

La lucidez, la luz del camino, sí señor. Atrevido para decir lo que siente. Muy bueno.

Julio Torres dijo...

Moi bos os teus diáologos. Aíndo hoxe me lembro daquela entrevista a Groucho. Fantástico Guillermo.

Un saúdo, amigo
Carpe Diem

Guillermo Pardo dijo...

Tienes razón, José Luis, en que no sería mucho pedir que nuestros personajes públicos fuesen más irónicos. Deberían asistir a clases de retóricas y estudiar a los clásicos. La política tendría otros matices, los políticos serían mucho más amenos y hasta podríamos aprender de ellos.
Alicia: Lo de las natillas tiene su miga, en efecto. A mí también me ha gustado esa salida.
Julio: Groucho da para moito. Inolvidable.
Gracias a todos por vuestras visitas y aportaciones.

Max Webos dijo...

Deliciosamente irónico. Y no puedo objetar ni una coma de su discurso.

Guillermo Pardo dijo...

Gracias Max por tu visita y por tus palabras. Saludos.