Hay quien entiende la providencia como la suprema sabiduría de Dios que rige el mundo y a las personas y cuida de ellas. Por eso se dejan llevar por una suerte de "inercia divina" que, según creen, les proveerá tanto de pan como, en un exceso de lógica, de título universitario.
Esas personas no ayudan a cambiar nada.
Hay quienes, sin embargo, están convencidos de que la providencia, sin ser definible, está conformada por trabajo y suerte en proporciones más o menos iguales. Esa manera de entender la providencia les sirve de motor en la vida y afrontan sus dificultades sin hipocresías, sin dobleces ni excusas.
Esas personas tienen la capacidad de cambiar el mundo.
2 comentarios:
La providencia es como la inspiración, si nos pilla trabajando suele ser muy "efectiva" ;-)
Muy bonito el escrito pero estas dando por hecho que la providencia no existe, con lo que te cargas muchas teorias de un solo plumazo y por que no hablar de causa-efecto y que esto nos condiciona.
Hay que tener claro quienes somos y dejar que la vida nos vaya llevando, y si somos fuertes y no dejamos que el mundo nos cambie, nosotros cambiaremos el mundo.
Publicar un comentario