Mientras en Europa los intelectuales se sirven de las masas para hacerse notar, en África las masas se echan a las calles sin apoyarse en los intelectuales.
Ni falta que les hacen.
Su lucha contra las dictaduras les ha granjeado la admiración del mundo.
No necesitan emplear la fuerza de la violencia para hacerse oír, ni teorías para airear su hastío, ni ensayos para exigir honor y dignidad, ni apotegmas para reivindicar una libertad que desconocen.
Les basta la fuerza del valor y la palabra, que oímos alta, limpia y clara, aunque no tengamos el valor de emplearla en la misma dirección. Con ella se enfrentan a tanques, a guardianes, a somatenes, al corroído poder de rancias y polvorientas dinastías.
Su combustible es la necesidad, que, como dice el subtítulo de este blog, no es un capricho, sino una urgencia que resolver. Pero las urgencias no las resuelve la intelligentsia, sino la determinación. La de esos hombres y mujeres de pueblos cuarteados por el sol y sometidos por satrapías, hombres y mujeres autores de una lección que no aprenderemos:
Nos sobra intelligentsia, nos falta determinación.
[Gracias a Marta Navarro por la pista sobre la foto]
3 comentarios:
Empreguei esa mesma foto cando falei das actividades que realizamos no insti polo Día da Paz (http://trafegandoronseis.blogspot.com/2011/01/paz-en-forcarei.html) e non tiña nin idea de onde saíra, creo que ma mandaran por correo. Mira ti que información me acabas de regalar!
Moitas grazas.
Apertas
Sobra miedo a perder lo poco que uno tiene.
Non hai de que, Gracia. Mellor que a teñas identificada, por aquelo do copyright, xa sabes...
Nicolás, lo que creo es que el intelectual de hoy está muy cómodo con su estatus... y con las ayudas oficiales.
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