lunes, 29 de octubre de 2007

Las otras patadas en la cara

Visto con perspectiva, la agresión sufrida por una chica en el metro de Barcelona a manos de Sergi Xavier Martínez Martínez es la representación física y gráfica de otras muchas agresiones sobre las mujeres.
Aquel triste suceso, cuyas imágenes siguen inexplicablemente difundiéndose, no es más que la constatación de algo que sabemos, pero que olvidamos con frecuencia: la mujer es un subproducto social, como confirma la cruel acción del productor-agresor. Lamento ser tan crudo, pero no quiero ser diplomático en este asunto.
Los hechos hablan por sí solos: ¿por qué se sigue amedrentando a las mujeres?, ¿por qué esa violencia injustificada contra ellas?, ¿por qué las dobles, triples o más discriminaciones por el hecho de ser mujer? Es inútil seguir haciéndose preguntas que todos tenemos en mente, pero que no encuentran respuestas eficaces, porque si hubiese voluntad política y empresarial, por ejemplo, de ponerlas en práctica no estaríamos hablando, ¡todavía y a estas alturas!, de los salarios netamente inferiores de las mujeres con respecto a los de los hombres.
La patada recibida por aquella chica es dolorosa, pero no es el problema. El problema son las otras patadas en la cara que la mujer viene recibiendo desde que el mundo es mundo. Y esas sí que duelen.

El salario medio de los hombres es casi 6.000 euros mayor

El salario de la mujer se congela a los 30
El 80% de las empleadas del hogar están en situación irregular
Triple discriminación: mujer, lesbiana y palestina
Terrorismo doméstico: datos y casos en El Mundo
Violencia contra las mujeres: documentación y noticias en El País

14 comentarios:

June Fernández dijo...

Me ha encantado leer eso. Me ha emocionado, incluso. Qué bien que haya personas íntegras como tú que entiendan el problema y le den la importancia que se merece. Que, al contrario de lo que sugería yo en una de mis últimas entradas, seas capaz de sentir empatía con la situación de constante humillación y agresión que vivimos las mujeres. Y nada más que añadir. Me quito el sombrero, compañero.

JLuis dijo...

Estupenda entrada Guillermo. Y como dices es importante eludir tratamientos diplomáticos. A día de hoy no hay que rascar mucho para darse de narices con esa visión de la mujer como objeto.

De los ejemplos más sutiles y mayoritarios a los más desgarradores y, en principio, marginales. ¿o no?

No me enrollo... lo dicho, estupenda entrada compañero.

Un abrazo

Waiting for Godot dijo...

Te abrazo y me quedo sin palabras. Besos.

Anónimo dijo...

Has dicho una gran verdad. Entre todos, debemos cambiar este mundo tan machista. un abrazo.

entrenomadas dijo...

Migra,
intento un nuevo comentario. Los dos anteriores desaparecieron, a ver ahora.
Primero, muy buen post.
La discriminación es una humillación y en el caso de las mujeres es tan larga y a veces tan aceptada, que se ha hecho crónica.
Todos los días hay datos escalofriantes, pero en las encuestas si preguntas por las preocupaciones de la gente te dirán que el paro, la vivienda o el terrorismo. Pero no la discriminación, o la violencia de genero.
Respecto al cartel de hoy, me puso muy furiosa cuando la ví. Imaginé la reacción del público si alguien para vender perfumes o ropa hicieron un cartel de un terrorista guapo y atractivo convenciéndonos de su fuerza y sus bombas.
O cualquier otra situación delictiva. Tengo amigos que dijeron que se había e exagerado con la protesta, que había que ver la parte artística, el diseño.
Son los mismos que dicen que "la discriminación a la mujer" es imperdonable.
En fin....

Cruzo los dedos para ver si se queda el comentario, un poco rollo, pero..

Besos,

Daniel Mercado dijo...

Es acertado recordar que hay muchas agresiones violentas y veladas contra las mujeres. Lo del metro de Barcelona nos recuerda que la sociedad está a un paso de caer en la barbarie de la xenofobia. Que este caso no caiga en el olvido y se castigue adecuadamente es parte de la pedagogía de que cieras actitudes deben ser rechazadas.
Las otras situaciones que citas necesitan un cambio de actitud urgente, pero que debe incluir el eliminar lo primitivo y atroz de aquella agresión que citas.

Desesperada dijo...

pues sí, una entrada tan lúcida que dan ganas de imponerla como de lectura obligada en los coles. cuando vi la agresión fue lo primero que pensé: le darías así si no fuese una chica, cabrón?

Viguetana dijo...

Yo no he visto las imágenes, por fortuna , ya que he estado alejada del mundanal ruido por casi 9 días consecutivos.
Al llegar de nuevo a la civilización me he enterado de la noticia.
Comparto tu indignación y me ha encantado tu franqueza. Yo lo que no entiendo es que haya mujeres trabajando en el mundo de la publicidad... Sólo con cambiar muchos de los anuncios que nos taladran cada día... Es todo tan complejo y tan grande, que me siento terriblemente pequeña.

Un besazo.

tennisjournalist dijo...

Muy buen post. Es lamentable que todavía se siga tratando de esa manera a las mujeres. Hay que modificar las cosas de una vez y para siempre.
Te cuento que tengo un blog sobre literatura, cine, música, deportes y otras cosas. La dirección es http://todoloqueimagines.blogspot.com
Me gustaría que lo visites y me dejes tu opinión.
Saludos.

Dante Bertini dijo...

el tipo, que yo sepa, sigue libre, fumando canutos y tomando cervezas con sus vecinos y amigos...
los socavones son más profundos cada día...una metáfora?

Dante Bertini dijo...

te agradecí un link que ya no encuentro...borrón y cuenta nueva?

June Fernández dijo...

Te invito a que te sumes a una iniciativa sobre masculinidad que cuento en mi blog. Gracias y besos

Guillermo Pardo dijo...

Me gustaría responderos uno a uno algunas de las cosas que decís en vuestros comentarios, pero me costaría un tiempo del que no dispongo. Hay mucho debate en este tema y se podría debatir mucho sobre algunas cosas que decís. Me satisface vuestra participación y vuestras aportaciones, que agradezco sinceramente.
Fuera del tema propiamente dicho, permitidme tres mensajes:

Tennis: he visto tu página y me gusta su diseño, pero le sacaría el fondo oscuro porque impide una lectura limpia, sin contar que hay personas que pueden tener problemas para enfocar sobre fondos de color.

Cacho: No sé muy bien a qué te refieres. Entré en tu blog, leí un post y lo enlacé con el fin de compartirlo. Al día siguiente o a los dos siguientes lo desenlacé para dar cabida a otros. Eso es todo, pero pienso volver a repetirlo, si no tienes inconveniente.

June: Tema espinoso y controvertido el que me propones, pero acepto. Te advierto que tengo una postura poco correcta políticamente. Me pongo a ello.

Gracias a todos.

Alicia Mora dijo...

Guillermo, estupendo post y reflexiones..
La violencia de género tiene una solera de cojones, por hablar claro.
Ha influido desde la ciencia, que decian que la mujer era inferior, las religiones, las sociedades patriarcales...se nos ha excluido de todos los campos desde siglos.
Es un arduo trabajo llegar a la igualdad, porque culturalmente se nos ha machacado tanto que la recuperación es lenta, muy lenta. Y más en sociedades que nos tapan con velo.
Admiro a todas aquellas mujeres que luchan por un mundo más justo: Malalai Joya, de Afganistán, Maha Nassar de Palestina, conocida por Lápices y encarcelada por luchar por la educación y la mujer, y todas aquellas que sin nombre publicado en ningún medio, pelean por la integración.
La educación tiene que mamarse, desde el nacimiento. Las mujeres tienen que luchar porque sus hijos, varones, dejen de asumir roles impuestos,y discriminar aptitudes y valores que una mujer asume. Una mujer politica, está ahí porque se habrá acostado con este o con el otro. Esta afirmación la he escuchado a cientos de mujeres...
En fin, que llegará un dia en que ambos sexos trabajen igualmente, cobremos todos igual y que los índices de la violencia sea un mal recuerdo de la prehistoria..
Un beso desde Lápices..