Entre los argumentos expuestos por la Delegación del Gobierno en Madrid para limitar las concentraciones previstas para el sábado por el Movimiento 15-M hay dos que llaman especialmente la atención:
-Evitar inconvenientes a comerciantes y turistas, por lo que se fija un límite horario para las concentraciones (lo que recuerda a los toques de queda propios de los regímenes totalitarios).
-Evitar la "mala imagen" que se puede dar de Madrid cuando "los mercados están pendientes de nosotros".
A la vista de semejantes criterios para limitar o impedir la concentración ininterrumpida desde las 00 horas del día 12 a las 23.59 del 15 de mayo, como han pedido los solicitantes, el Parlamento probablemente debería plantearse incluir añadidos en el articulado de la Constitución referido al derecho de reunión, de tal manera que en el artículo 10 del capítulo IV quede claro lo siguiente:
-La autoridad gubernativa podrá modificar la fecha, lugar, duración o itinerario de la reunión y manifestación si ocasiona inconvenientes a comerciantes y turistas, así como si da mala imagen del país a los mercados financieros.
De antecedentes tanto o más escandalosos ya hemos sido testigos.
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jueves, 10 de mayo de 2012
lunes, 17 de octubre de 2011
¿Por qué cala en la sociedad el movimiento 15-M?
Un expresidente del Gobierno español ha dicho recientemente que el 15-M es un movimiento marginal y de extrema izquierda. ¡Ya le gustaría a la extrema izquierda!, digo yo.
Intencionada y perversamente, ese señor, de infausto recuerdo, ha hecho una lectura propia de un extremista sobre una iniciativa social espontánea que representa, precisamente, todo lo que él no ha defendido ni defiende y que, como hombre de corto alcance intelectual y amplio ego, es incapaz de respetar y valorar, quizá porque no puede controlarlo ni dirigirlo.
Si tuviese esa capacidad reconocería que el 15-M ha calado en la sociedad por muchos razonables motivos, entre los que se pueden señalar los siguientes:
- Recupera el concepto de justicia social en tiempos de grandes injusticias.
- Al contrario que los partidos, el 15-M ha sabido transmitir la idea de que los intereses de las personas y de la sociedad a la que pertenecen están por encima de ambiciones personales, corporativas y partidistas.
- La sociedad lo ha identificado como un movimiento independiente de sindicatos y partidos, mérito exclusivo de los impulsores del 15-M.
- Representa e impulsa inquietudes, demandas y necesidades colectivas, y rechaza abierta y públicamente las dudosas y escandalosas conductas de instituciones, organismos y corporaciones cuyos procedimientos causan daños sociales, políticos y económicos de ruinosas consecuencias.
- Responde al clamor general por una democracia de mayor calidad que no se someta al capricho del poderoso ni a la dictadura de los mercados.
- No es un movimiento violento y da cabida a toda clase de sensibilidades. Las convocatorias son libres y libre y personal es la participación en ellas.
- Tiene un objetivo claro: cambiar el orden de las cosas.
- En contra de las opiniones pesimistas y agoreras, ha sobrevivido a su primera gran manifestación pública: el 15 de mayo de 2011 (día de elecciones municipales), se ha prolongado en el tiempo y extendido por el mundo.
- Tampoco es un movimiento anarquista, sino autogestionado y capaz de crear tablas reivindicativas con planteamientos tácita y explícitamente respaldados por millones de personas a las que se les ha arruinado la vida y oscurecido el futuro.
Ver en el 15-M un movimiento marginal y extremista es estar ciego o no querer ver. Y a algunos se les paga muy bien por no querer ver.
Intencionada y perversamente, ese señor, de infausto recuerdo, ha hecho una lectura propia de un extremista sobre una iniciativa social espontánea que representa, precisamente, todo lo que él no ha defendido ni defiende y que, como hombre de corto alcance intelectual y amplio ego, es incapaz de respetar y valorar, quizá porque no puede controlarlo ni dirigirlo.
Si tuviese esa capacidad reconocería que el 15-M ha calado en la sociedad por muchos razonables motivos, entre los que se pueden señalar los siguientes:
- Recupera el concepto de justicia social en tiempos de grandes injusticias.
- Al contrario que los partidos, el 15-M ha sabido transmitir la idea de que los intereses de las personas y de la sociedad a la que pertenecen están por encima de ambiciones personales, corporativas y partidistas.
- La sociedad lo ha identificado como un movimiento independiente de sindicatos y partidos, mérito exclusivo de los impulsores del 15-M.
- Representa e impulsa inquietudes, demandas y necesidades colectivas, y rechaza abierta y públicamente las dudosas y escandalosas conductas de instituciones, organismos y corporaciones cuyos procedimientos causan daños sociales, políticos y económicos de ruinosas consecuencias.
- Responde al clamor general por una democracia de mayor calidad que no se someta al capricho del poderoso ni a la dictadura de los mercados.
- No es un movimiento violento y da cabida a toda clase de sensibilidades. Las convocatorias son libres y libre y personal es la participación en ellas.
- Tiene un objetivo claro: cambiar el orden de las cosas.
- En contra de las opiniones pesimistas y agoreras, ha sobrevivido a su primera gran manifestación pública: el 15 de mayo de 2011 (día de elecciones municipales), se ha prolongado en el tiempo y extendido por el mundo.
- Tampoco es un movimiento anarquista, sino autogestionado y capaz de crear tablas reivindicativas con planteamientos tácita y explícitamente respaldados por millones de personas a las que se les ha arruinado la vida y oscurecido el futuro.
Ver en el 15-M un movimiento marginal y extremista es estar ciego o no querer ver. Y a algunos se les paga muy bien por no querer ver.
jueves, 11 de agosto de 2011
El 15-M como barricada intelectual
Viendo lo que ocurre en Inglaterra, conforta y se agradece que el 15-M se haya decantado por la fuerza de la palabra para hacerse visible, demostrando de ese modo que de la marginación o la desesperanza no se huye a lomos de la destrucción, sino con políticas constructivas.
Porque eso es el Movimiento 15-M: una forma de intentar cambiar la realidad y la percepción social de las cosas que no nos gustan mediante la crítica y el debate sereno, con propuestas realistas que hay que lograr trasladar al Parlamento. "Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro", diría Platón. Todo lo contrario de lo que buscan los saqueadores que atemorizan Inglaterra.
Curiosamente, uno y otro movimiento -permítaseme ser "generoso" con el desmán inglés- surgen cuanto más aprietan las tuercas los mercados, esos esclavistas cíclicos para cuyo exterminio habría que sembrar un matarratas eficaz. La diferencia entre uno y otro, sin embargo, está bien clara: el nuestro parece querer ejercer de antídoto o barricada intelectual contra las más perniciosas ideologías, quizá para curarse en salud de la severa advertencia de Polanyi: "Cuando el poder económico se impone al político, el fascismo acaba llamando a la puerta".
Porque eso es el Movimiento 15-M: una forma de intentar cambiar la realidad y la percepción social de las cosas que no nos gustan mediante la crítica y el debate sereno, con propuestas realistas que hay que lograr trasladar al Parlamento. "Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos el nuestro", diría Platón. Todo lo contrario de lo que buscan los saqueadores que atemorizan Inglaterra.
Curiosamente, uno y otro movimiento -permítaseme ser "generoso" con el desmán inglés- surgen cuanto más aprietan las tuercas los mercados, esos esclavistas cíclicos para cuyo exterminio habría que sembrar un matarratas eficaz. La diferencia entre uno y otro, sin embargo, está bien clara: el nuestro parece querer ejercer de antídoto o barricada intelectual contra las más perniciosas ideologías, quizá para curarse en salud de la severa advertencia de Polanyi: "Cuando el poder económico se impone al político, el fascismo acaba llamando a la puerta".
domingo, 7 de agosto de 2011
Una indignante "vaticanidad"
[...] a la alevosía y a la estivalidad de la operación hay que unirle una indignante vaticanidad, pues a pocos escapa que esta operación tiene, con la llegada a Madrid de Ratzinger, una relación inversamente proporcional a la limpieza que los mossos perpetraron en su día en la plaza de Cataluña de Barcelona, supuestamente por un encuentro futbolístico: si entonces supimos que nada tenía que ver con el fútbol y sí con la represión del 15-M, ahora sabemos que la del movimiento en Madrid se realiza porque el papa-móvil va a pasar por aquí. Pero, ¿esto qué es?, ¿qué pretenden ustedes? Mientras los indignados solo hacen uso del espacio público para protestar contra los sistemáticos abusos del poder establecido; mientras se sientan en el suelo para celebrar en asamblea el encuentro de su conciencia, de su unión, de su voz y de su voluntad, quienes llevan las riendas de la caballería deciden sofocarlos para abrir paso al jefe de un Estado ridículo en su mismidad, culpable de crímenes que no se le permitirían a una república bananera. [Texto completo]
lunes, 20 de junio de 2011
El 15-M afianza su espíritu colectivo
Las manifestaciones de ayer en decenas de ciudades españolas demuestran que quienes estamos indignados no somos reos de un momento de ofuscación, ni de un sarpullido primaveral, sino de un cabreo monumental al que tarde o temprano habrá que dar satisfacción.
Quienes ayer se echaron libremente a las calles no son camorristas ni guerrilleros urbanos, piquetes incontrolados ni desocupados atrevidos, sino ciudadanos con causa dispuestos a remover por vías pacíficas y democráticas un sistema político y económico cada vez más violento y alejado del concepto humano y humanista del día a día de las personas.
El mensaje que reclama honestidad y dignidad se amplifica cada día más y cala cada vez más entre la sociedad, y a medida que gana adhesiones el sujeto va trasladándose desde la primera persona del singular a la primera del plural, afianzando el espíritu colectivo del movimiento.
Como puede leerse en el blog de June Fernández, "está muy bien gritar “No es una crisis, es una estafa”, cagarse en Botín, en los Borbones y en Azkuna, pero el cambio tiene que empezar por una misma. En el manifiesto se aludió a la capacidad de las personas para transformar la sociedad, soñando, creando, consumiendo menos. De entre todos los carteles, me quedo con éste: “Revolución también es saludar al vecino”".
Quienes ayer se echaron libremente a las calles no son camorristas ni guerrilleros urbanos, piquetes incontrolados ni desocupados atrevidos, sino ciudadanos con causa dispuestos a remover por vías pacíficas y democráticas un sistema político y económico cada vez más violento y alejado del concepto humano y humanista del día a día de las personas.
El mensaje que reclama honestidad y dignidad se amplifica cada día más y cala cada vez más entre la sociedad, y a medida que gana adhesiones el sujeto va trasladándose desde la primera persona del singular a la primera del plural, afianzando el espíritu colectivo del movimiento.
Como puede leerse en el blog de June Fernández, "está muy bien gritar “No es una crisis, es una estafa”, cagarse en Botín, en los Borbones y en Azkuna, pero el cambio tiene que empezar por una misma. En el manifiesto se aludió a la capacidad de las personas para transformar la sociedad, soñando, creando, consumiendo menos. De entre todos los carteles, me quedo con éste: “Revolución también es saludar al vecino”".
sábado, 18 de junio de 2011
El 15-M renueva el periodismo
"La #Spanishrevolution ha puesto en entredicho, de una manera exagerada, que la mayoría de los medios de comunicación están fuera de juego".
En efecto, como Bernardo Gutiérrez, autor de esta afirmación, pienso que el Movimiento 15-M los ha pillado de nuevo con el pie cambiado, pero también sin ganas de cambiar y con muchos deseos de recortar, que es el procedimiento fácil de quienes ni tienen ideas ni quieren escucharlas para evitar el desmantelamiento de empresas que, por ese derrotero, acabarán en la chatarrería.
A la mayoría de los medios de comunicación les ocurre como a muchas instituciones que funcionan corporativamente: van a remolque de la sociedad a la que dicen servir, pero de la que más bien se aprovechan. Pero el caso de la prensa es más grave, porque con frecuencia afean en casa ajena lo que permiten en la propia.
El movimiento 15-M ha demostrado lo alejados que están algunos de la realidad de la calle y de lo distantes que están de los protagonistas de esa realidad. Basta con ojearlos y hojearlos para darse cuenta de que se equivocan en los enfoques, de que los contenidos se descontextualizan intencionadamente, de que se desinforma porque se aceptan fácilmente versiones de terceras fuentes, de que se permite la intoxicación como fórmula para la descalificación, de que se practica el servilismo, de que se sacrifican el lenguaje y la edición en beneficio del resultadismo económico y la inmediatez mal entendida... Luego se quejan de que bajan las ventas, los ingresos por publicidad y del daño que les hace Internet, pero nunca se les oye una autocrítica. No sólo son malos periodistas, sino también pésimos gestores.
Esas formas de proceder perjudican más a las empresas que al periodismo, que siempre encuentra fórmulas para renovarse y reinventarse, espoleado por los movimientos sociales de los que se nutren las historias que alimentan su esencia.
Esta parte la explica muy bien Bernardo Gutiérrez.
En efecto, como Bernardo Gutiérrez, autor de esta afirmación, pienso que el Movimiento 15-M los ha pillado de nuevo con el pie cambiado, pero también sin ganas de cambiar y con muchos deseos de recortar, que es el procedimiento fácil de quienes ni tienen ideas ni quieren escucharlas para evitar el desmantelamiento de empresas que, por ese derrotero, acabarán en la chatarrería.
A la mayoría de los medios de comunicación les ocurre como a muchas instituciones que funcionan corporativamente: van a remolque de la sociedad a la que dicen servir, pero de la que más bien se aprovechan. Pero el caso de la prensa es más grave, porque con frecuencia afean en casa ajena lo que permiten en la propia.
El movimiento 15-M ha demostrado lo alejados que están algunos de la realidad de la calle y de lo distantes que están de los protagonistas de esa realidad. Basta con ojearlos y hojearlos para darse cuenta de que se equivocan en los enfoques, de que los contenidos se descontextualizan intencionadamente, de que se desinforma porque se aceptan fácilmente versiones de terceras fuentes, de que se permite la intoxicación como fórmula para la descalificación, de que se practica el servilismo, de que se sacrifican el lenguaje y la edición en beneficio del resultadismo económico y la inmediatez mal entendida... Luego se quejan de que bajan las ventas, los ingresos por publicidad y del daño que les hace Internet, pero nunca se les oye una autocrítica. No sólo son malos periodistas, sino también pésimos gestores.
Esas formas de proceder perjudican más a las empresas que al periodismo, que siempre encuentra fórmulas para renovarse y reinventarse, espoleado por los movimientos sociales de los que se nutren las historias que alimentan su esencia.
Esta parte la explica muy bien Bernardo Gutiérrez.
lunes, 13 de junio de 2011
Los indignados cargan contra la artillería mediática
"Hay poco interés de los periodistas en informar sobre lo que está pasando porque vienen buscando la noticia que ellos quieren dar".
Esta afirmación, extractada de un reportaje publicado en la web de la Asociación de la Prensa de Madrid, la hizo una portavoz del Movimiento 15-M en la Puerta del Sol. En su opinión, que comparten muchos compañeros suyos, un ejemplo de buena práctica periodística sobre la actividad de los indignados es la cobertura que hace La Sexta, mientras que un ejemplo de lo contrario puede ser Telemadrid: "Cuando viene [Telemadrid], nos ponemos a temblar porque sabemos que a cualquier cosa le van a dar la vuelta", asegura. A esto añade que la cobertura de la prensa extranjera es "mucho mejor".
También en este ámbito ¿me sorprende? la ingenuidad de que hacen gala algunos portavoces de este increíble movimiento, que parecen descubrir ahora que en la prensa, como en todos los órdenes de la vida, hay múltiples sensibilidades que intencionadamente chocan con lo que uno cree defender con honestidad, y para las que la honestidad no es más que una forma de sensiblería reñida con el placentero ejercicio de dar cumplido agradecimiento a estómagos acostumbrados a deglutir bazofia que se sirve masticada.
No creo que haya poco interés en los periodistas por informar, aunque ejemplos haya de sobra, sino que hay mucho interés en amplios sectores de la sociedad -incluidos algunos periodísticos- en ningunear, desprestigiar y enlodar un movimiento que apunta directamente a la línea de flotación de los buques insignia -unos más visibles que otros- causantes de la deriva económica de este subcontinente llamado España.
Es decir, aunque no abiertamente declarada, hay una guerra de intereses en la que los bombazos de cierta artillería mediática se los llevan ingenuos zapadores armados con consignas que suscribiría el mismísimo John Lennon, pero cuyos ecos no llegan al ujier de la Bolsa de Madrid, al portero del Banco Central Europeo ni, mucho menos, al último bróker de Wall Street.
En cuanto a la prensa extranjera, cabría decir lo mismo que podríamos argumentar respecto del tratamiento dispensado por la enrollada prensa española a las víctimas de los devastadores efectos del terremoto de Haití: ¡qué lejos nos quedan!
Esta afirmación, extractada de un reportaje publicado en la web de la Asociación de la Prensa de Madrid, la hizo una portavoz del Movimiento 15-M en la Puerta del Sol. En su opinión, que comparten muchos compañeros suyos, un ejemplo de buena práctica periodística sobre la actividad de los indignados es la cobertura que hace La Sexta, mientras que un ejemplo de lo contrario puede ser Telemadrid: "Cuando viene [Telemadrid], nos ponemos a temblar porque sabemos que a cualquier cosa le van a dar la vuelta", asegura. A esto añade que la cobertura de la prensa extranjera es "mucho mejor".
También en este ámbito ¿me sorprende? la ingenuidad de que hacen gala algunos portavoces de este increíble movimiento, que parecen descubrir ahora que en la prensa, como en todos los órdenes de la vida, hay múltiples sensibilidades que intencionadamente chocan con lo que uno cree defender con honestidad, y para las que la honestidad no es más que una forma de sensiblería reñida con el placentero ejercicio de dar cumplido agradecimiento a estómagos acostumbrados a deglutir bazofia que se sirve masticada.
No creo que haya poco interés en los periodistas por informar, aunque ejemplos haya de sobra, sino que hay mucho interés en amplios sectores de la sociedad -incluidos algunos periodísticos- en ningunear, desprestigiar y enlodar un movimiento que apunta directamente a la línea de flotación de los buques insignia -unos más visibles que otros- causantes de la deriva económica de este subcontinente llamado España.
Es decir, aunque no abiertamente declarada, hay una guerra de intereses en la que los bombazos de cierta artillería mediática se los llevan ingenuos zapadores armados con consignas que suscribiría el mismísimo John Lennon, pero cuyos ecos no llegan al ujier de la Bolsa de Madrid, al portero del Banco Central Europeo ni, mucho menos, al último bróker de Wall Street.
En cuanto a la prensa extranjera, cabría decir lo mismo que podríamos argumentar respecto del tratamiento dispensado por la enrollada prensa española a las víctimas de los devastadores efectos del terremoto de Haití: ¡qué lejos nos quedan!
viernes, 10 de junio de 2011
Tres grandes "partidos" españoles
Cada vez es más evidente que en España se enfrentan tres grandes partidos:
el de los que siguen teniendo miedo o han crecido en el miedo, incluidos los envejecidos y criados en el individualismo más atroz --amén de quienes incluso tienen miedo a sentir y a vivir;
el de los que siguen empeñados en tapar agujeros, incluidos los que todavía se refugian en el usted no sabe con quien está hablando, más los que enuncian la versión moderna de esa frase, que consiste en apelar a conceptos interpretables como la prudencia y la estabilidad; y
el de los que saben (sabemos) que esto no puede seguir así, pero que todavía no saben (no sabemos) qué hacer exactamente para introducir cambios sin causar daños irreparables.
Félix Soria, en Im-Pulso
Félix Soria, en Im-Pulso
miércoles, 8 de junio de 2011
Los multimillonarios también se indignan
Poco o nada debió haber cambiado en la sociedad española cuando ya los ricos muy ricos dicen públicamente que apoyan las reivindicaciones de los indignados y nadie se indigna, cuando crece el número de desempleados, de jubilados sin pensión, de jóvenes sin futuro, de expedientes de regulación y suben sin rubor los impuestos para los mismos, mientras los ricos lo son cada vez más.
Quizá hayamos perdido el sentido de la proporción, la medida del ridículo y la capacidad de raciocinio si ya admitimos sin reparo que vivir en la abundancia puede ser incluso un síntoma de solidaridad que merece ser reconocido con reverencia por los humildes. Si es así, la necesidad de comprensión nos ha dejado la azotea al descubierto y se ha convertido en un peligroso quintacolumnista.
O quizá los multimillonarios hayan desarrollado desde la memoria de los tiempos una genética de la supervivencia que, como en los albores de la Revolución Francesa, cuando el sochantre de Pontivy recorría los caminos de la Bretaña en compañía de muertos contadores de historias, salvó a muchos de Madame Guillotine.
Quizá hayamos perdido el sentido de la proporción, la medida del ridículo y la capacidad de raciocinio si ya admitimos sin reparo que vivir en la abundancia puede ser incluso un síntoma de solidaridad que merece ser reconocido con reverencia por los humildes. Si es así, la necesidad de comprensión nos ha dejado la azotea al descubierto y se ha convertido en un peligroso quintacolumnista.
O quizá los multimillonarios hayan desarrollado desde la memoria de los tiempos una genética de la supervivencia que, como en los albores de la Revolución Francesa, cuando el sochantre de Pontivy recorría los caminos de la Bretaña en compañía de muertos contadores de historias, salvó a muchos de Madame Guillotine.
lunes, 6 de junio de 2011
¿Está justificado que el Movimiento 15-M exija mayor control de la actividad bancaria?
Una de las peticiones del Movimiento 15-M para la regeneración del sistema político y económico del país se recoge en el punto quinto de sus propuestas, referido al control de las actividades de la banca.
No parece que sea, sin embargo, uno de los asuntos más debatidos en las asambleas del movimiento ni en los foros sociales, que se inclinan por cuestiones más tangenciales o secundarias como las relacionadas con los partidos o los privilegios de los políticos, cuestión que, por cierto, encabeza las propuestas de Democracia Real Ya, plataforma que aglutina las reivindicaciones del movimiento. No es una crítica. Es la constatación de un hecho.
La crisis actual, que deviene en desempleo, recortes salariales y sociales, desahucios y demás graves consecuencias para el ciudadano de a pie, es esencialmente económica y tiene mucho que ver, si no todo, con el papel desempeñado por los bancos.
El discurso oficial con el que se trata de justificar la necesidad de que el Estado se haga cargo de la deuda privada -España tiene una de las deudas públicas más bajas de la UE- no sólo es una falacia, sino una distracción para desviar la atención de los comportamientos irresponsables y especulativos de la banca, que vio en la construcción un negocio fácil, lo financió sin reservas y favoreció sus cada vez más elevados precios, muy por encima de los costes reales y del poder adquisitivo de los asalariados. Un negocio redondo del que se lucraron unos pocos.
Debido al estallido de la burbuja inmobiliaria, los bancos llegaron a acumular una deuda de 323.000 millones de euros (42% del PIB) en créditos a los promotores y en préstamos a la construcción. Como no quiso asumirla por sus propios medios -entre el 2004 y el 2009 obtuvo beneficios superiores a las 132.000 millones-, pidió ayuda a Estado, que en partidas sucesivas le entregó, hasta el año pasado, 230.000 millones. Es decir, entre el 2008 y el 2010 cada contribuyente español aportó 5.000 euros al rescate del sistema bancario. Más claro: los responsables de la crisis han exigido al poder político que les sacase las castañas del fuego, y este lo ha hecho a costa de exigir, a su vez, considerables sacrificios a los trabajadores, que son los que aportan, vía impuestos, los mayores ingresos de las arcas públicas. Y esto es así porque España es uno de los países europeos con menor presión fiscal (un máximo del 43%) sobre el capital y las rentas altas, cuando, por ejemplo, en Holanda es del 52% y en Suecia, del 56%.
Si los bancos asumiesen la responsabilidad del mercado que tanto defienden -los errores se pagan con la quiebra- y si la fiscalidad fuese progresiva para que los ricos pagasen en consonancia con sus ingresos y su patrimonio, quizá la crisis fuese mucho menor o no existiría, como ocurre en Suiza, en Finlandia, en Dinamarca o en Suecia, los trabajadores españoles no tendría que soportar semejante carga y probablemente Democracia Real Ya no plantearía lo que se recoge en el punto 5 de sus propuestas.
No parece que sea, sin embargo, uno de los asuntos más debatidos en las asambleas del movimiento ni en los foros sociales, que se inclinan por cuestiones más tangenciales o secundarias como las relacionadas con los partidos o los privilegios de los políticos, cuestión que, por cierto, encabeza las propuestas de Democracia Real Ya, plataforma que aglutina las reivindicaciones del movimiento. No es una crítica. Es la constatación de un hecho.
La crisis actual, que deviene en desempleo, recortes salariales y sociales, desahucios y demás graves consecuencias para el ciudadano de a pie, es esencialmente económica y tiene mucho que ver, si no todo, con el papel desempeñado por los bancos.
El discurso oficial con el que se trata de justificar la necesidad de que el Estado se haga cargo de la deuda privada -España tiene una de las deudas públicas más bajas de la UE- no sólo es una falacia, sino una distracción para desviar la atención de los comportamientos irresponsables y especulativos de la banca, que vio en la construcción un negocio fácil, lo financió sin reservas y favoreció sus cada vez más elevados precios, muy por encima de los costes reales y del poder adquisitivo de los asalariados. Un negocio redondo del que se lucraron unos pocos.
Debido al estallido de la burbuja inmobiliaria, los bancos llegaron a acumular una deuda de 323.000 millones de euros (42% del PIB) en créditos a los promotores y en préstamos a la construcción. Como no quiso asumirla por sus propios medios -entre el 2004 y el 2009 obtuvo beneficios superiores a las 132.000 millones-, pidió ayuda a Estado, que en partidas sucesivas le entregó, hasta el año pasado, 230.000 millones. Es decir, entre el 2008 y el 2010 cada contribuyente español aportó 5.000 euros al rescate del sistema bancario. Más claro: los responsables de la crisis han exigido al poder político que les sacase las castañas del fuego, y este lo ha hecho a costa de exigir, a su vez, considerables sacrificios a los trabajadores, que son los que aportan, vía impuestos, los mayores ingresos de las arcas públicas. Y esto es así porque España es uno de los países europeos con menor presión fiscal (un máximo del 43%) sobre el capital y las rentas altas, cuando, por ejemplo, en Holanda es del 52% y en Suecia, del 56%.
Si los bancos asumiesen la responsabilidad del mercado que tanto defienden -los errores se pagan con la quiebra- y si la fiscalidad fuese progresiva para que los ricos pagasen en consonancia con sus ingresos y su patrimonio, quizá la crisis fuese mucho menor o no existiría, como ocurre en Suiza, en Finlandia, en Dinamarca o en Suecia, los trabajadores españoles no tendría que soportar semejante carga y probablemente Democracia Real Ya no plantearía lo que se recoge en el punto 5 de sus propuestas.
miércoles, 1 de junio de 2011
¿Necesita líderes el Movimiento 15-M?
En las ruedas de prensa y en las apariciones en los medios de representantes del Movimiento 15-M hemos visto por regla general a distintas personas, de manera que no es posible identificar a esta corriente ciudadana con unos rostros determinados. ¿Es eso bueno para los objetivos del movimiento?
En los últimos días se han podido oír y leer opiniones, e incluso discusiones, al respecto, en algunas de las cuales varias personas afirman no saber a qué atenerse, a quién dirigirse o simplemente cómo identificar y poner caras a las protestas y reivindicaciones. ¿Es necesario un DNI para el malestar ciudadano?
Muchas personas parecen olvidar o ignorar que el Movimiento 15-M es tan espontáneo como la necesidad de buscarse la vida, comer o respirar en una atmósfera social y económica en la que dar satisfacción a cualquiera de esas urgencias está siendo más difícil cada día, y en la que exteriorizar el descontento y el hartazgo por los constantes asaltos a los derechos fundamentales y al bienestar requerían respuestas mayoritariamente respaldadas para defender la dignidad individual desde el apoyo colectivo.
Quizá lo mejor que le haya podido pasar hasta la fecha al movimiento es haber sido canalizado a través de una organización anónima, en los términos en que estamos hablando, que ha aglutinado a un buen número de entidades representativas de distintos ámbitos sociales. ¿Hubiera tenido el movimiento el masivo respaldo que tiene si lo hubiesen encabezado Julio Anguita o Eduard Punset, por citar dos rostros conocidos? ¿Se habría librado de la acusación de estar ideológicamente escorado hacia una u otra tendencia política? ¿Se sentirían los indignados de derechas identificados con un líder de izquierdas y viceversa?
Lo difuso tiene la ventaja de que no se puede destruir, como tampoco se puede desmantelar o deshacer algo que carece de una identidad clara. Se puede acabar con la carrera política de Zapatero, pero no se puede borrar la ideología socialista. El Movimiento 15-M responde también a un concepto y por eso no necesitó líderes para ponerse en marcha, prender como la pólvora y extenderse en el ámbito internacional.
El movimiento ha logrado organizarse, se mueve conscientemente de manera transparente y democrática, y sin necesidad de líderes, que pueden comprarse o venderse, ha logrado calar en una ciudadanía que ha perdido la confianza en el funcionamiento del sistema y en sus representantes.
De momento está demostrando que sin líderes es posible trabajar para cambiarlo.
Otras opiniones:
Guerra eterna: Matará Sol al #15-M
Punts de vista: El engaño de la "operación limpieza"
Texto casi diario: Las acampadas, el 15-M y la lentitud
En los últimos días se han podido oír y leer opiniones, e incluso discusiones, al respecto, en algunas de las cuales varias personas afirman no saber a qué atenerse, a quién dirigirse o simplemente cómo identificar y poner caras a las protestas y reivindicaciones. ¿Es necesario un DNI para el malestar ciudadano?
Muchas personas parecen olvidar o ignorar que el Movimiento 15-M es tan espontáneo como la necesidad de buscarse la vida, comer o respirar en una atmósfera social y económica en la que dar satisfacción a cualquiera de esas urgencias está siendo más difícil cada día, y en la que exteriorizar el descontento y el hartazgo por los constantes asaltos a los derechos fundamentales y al bienestar requerían respuestas mayoritariamente respaldadas para defender la dignidad individual desde el apoyo colectivo.
Quizá lo mejor que le haya podido pasar hasta la fecha al movimiento es haber sido canalizado a través de una organización anónima, en los términos en que estamos hablando, que ha aglutinado a un buen número de entidades representativas de distintos ámbitos sociales. ¿Hubiera tenido el movimiento el masivo respaldo que tiene si lo hubiesen encabezado Julio Anguita o Eduard Punset, por citar dos rostros conocidos? ¿Se habría librado de la acusación de estar ideológicamente escorado hacia una u otra tendencia política? ¿Se sentirían los indignados de derechas identificados con un líder de izquierdas y viceversa?
Lo difuso tiene la ventaja de que no se puede destruir, como tampoco se puede desmantelar o deshacer algo que carece de una identidad clara. Se puede acabar con la carrera política de Zapatero, pero no se puede borrar la ideología socialista. El Movimiento 15-M responde también a un concepto y por eso no necesitó líderes para ponerse en marcha, prender como la pólvora y extenderse en el ámbito internacional.
El movimiento ha logrado organizarse, se mueve conscientemente de manera transparente y democrática, y sin necesidad de líderes, que pueden comprarse o venderse, ha logrado calar en una ciudadanía que ha perdido la confianza en el funcionamiento del sistema y en sus representantes.
De momento está demostrando que sin líderes es posible trabajar para cambiarlo.
Otras opiniones:
Guerra eterna: Matará Sol al #15-M
Punts de vista: El engaño de la "operación limpieza"
Texto casi diario: Las acampadas, el 15-M y la lentitud
lunes, 30 de mayo de 2011
¿Por qué el Movimiento 15-M se equivoca al mantener ocupadas las plazas?
Las asambleas del Movimiento 15-M celebradas ayer votaron por que se mantengan las acampadas en las plazas en que se habían asentado, para demostrar que la protesta por la crisis y sus consecuencias no es flor de un día ni un acto vinculado a las elecciones, como sus detractores vienen repitiendo hasta la saciedad para desprestigiar el movimiento.
Sin embargo, creo que mantener las asambleas y los campamentos en las plazas del centro de las ciudades es un error que se puede volver contra el propio movimiento, lo que de hecho ya está ocurriendo. En mi opinión, el error se fundamenta en lo siguiente:
1.- Mantener una acampada de estas características por tiempo indefinido, especialmente en la vía pública. Por cuestiones de imagen, de higiene, de respeto, de consideración hacia quienes sufren las consecuencias, de logística, de salud pública...
2.- No atender ¡¡¡las súplicas!!! de los comerciantes de la Puerta del Sol, que deberían haber servido para reflexionar sobre los perjuicios que las acampadas en ese y en otros lugares causan a los demás. Muchas personas no entenderán que se reclamen derechos para unos mientras se conculcan los de otros, pudiendo evitarlos.
3.- Obviar que el Gobierno se verá obligado a intervenir y que utilizará a la policía si es necesario. No prever las consecuencias puede llegar a ser tan irresponsable como la orden que desencadenó la carga policial en la Plaza de Cataluña.
4.- No considerar que los actos de vandalismo y delincuencia que se están cometiendo en las zonas de acampada recaen sobre los propios acampados, deterioran su prestigio y el del movimiento al que representan.
El primer objetivo del movimiento -hacerse visible- se ha alcanzado con éxito. Ya no es necesario acampar -otra cosa es manifestarse- en pleno centro de las ciudades para captar la atención de la sociedad ni para acaparar espacios en redes sociales y medios de comunicación. Las asambleas pueden celebrarse en amplios espacios cerrados o abiertos, donde hay menos posibilidades de que afecten a la convivencia y más certeza de que dejarán sin argumentos a sus detractores.
Otras opiniones:
En la boca del lobo: La asamblea de la asamblea
El fondo del asunto: Cómo cargarse una buena idea en cuatro cómodos pasos
Quien mucho abarca: El consenso y la vulnerabilidad
Piju$ economicus: De asambleas y acampadas
Enrique Dans: El futuro y los partidos políticos frente a la #spanishrevolution
Sin embargo, creo que mantener las asambleas y los campamentos en las plazas del centro de las ciudades es un error que se puede volver contra el propio movimiento, lo que de hecho ya está ocurriendo. En mi opinión, el error se fundamenta en lo siguiente:
1.- Mantener una acampada de estas características por tiempo indefinido, especialmente en la vía pública. Por cuestiones de imagen, de higiene, de respeto, de consideración hacia quienes sufren las consecuencias, de logística, de salud pública...
2.- No atender ¡¡¡las súplicas!!! de los comerciantes de la Puerta del Sol, que deberían haber servido para reflexionar sobre los perjuicios que las acampadas en ese y en otros lugares causan a los demás. Muchas personas no entenderán que se reclamen derechos para unos mientras se conculcan los de otros, pudiendo evitarlos.
3.- Obviar que el Gobierno se verá obligado a intervenir y que utilizará a la policía si es necesario. No prever las consecuencias puede llegar a ser tan irresponsable como la orden que desencadenó la carga policial en la Plaza de Cataluña.
4.- No considerar que los actos de vandalismo y delincuencia que se están cometiendo en las zonas de acampada recaen sobre los propios acampados, deterioran su prestigio y el del movimiento al que representan.
El primer objetivo del movimiento -hacerse visible- se ha alcanzado con éxito. Ya no es necesario acampar -otra cosa es manifestarse- en pleno centro de las ciudades para captar la atención de la sociedad ni para acaparar espacios en redes sociales y medios de comunicación. Las asambleas pueden celebrarse en amplios espacios cerrados o abiertos, donde hay menos posibilidades de que afecten a la convivencia y más certeza de que dejarán sin argumentos a sus detractores.
Otras opiniones:
En la boca del lobo: La asamblea de la asamblea
El fondo del asunto: Cómo cargarse una buena idea en cuatro cómodos pasos
Quien mucho abarca: El consenso y la vulnerabilidad
Piju$ economicus: De asambleas y acampadas
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sábado, 28 de mayo de 2011
De España a Españistán: una posible y genial explicación de la crisis o de por qué el 15-M
En la calle, en la tele o en los periódicos me encuentro con gente que dice que no entiende el por qué del Movimiento 15-M, con gente que cree que eso no es más que un montaje de los rojos o, en todo caso, de la izquierda; con gente que está convencida de que quienes lo secunda, impulsan, apoyan y jalean son desocupados que viven de espaldas a la realidad, hippies que no quieren trabajar o envidiosos que no pueden llevar el tren de vida de aquellos a quienes critican.
A mí me da igual lo que piense esa clase de gente. Ni siquiera me molesto en explicarles o en tratar de convencerlos de su equivocación. Si conozco a alguno, le envío este estupendo cortometraje de Aleix Salo que sintetiza muy lo que me evita tener que explicar a quien no quiere entender.
Visto en Trafegando ronseis
A mí me da igual lo que piense esa clase de gente. Ni siquiera me molesto en explicarles o en tratar de convencerlos de su equivocación. Si conozco a alguno, le envío este estupendo cortometraje de Aleix Salo que sintetiza muy lo que me evita tener que explicar a quien no quiere entender.
Visto en Trafegando ronseis
viernes, 27 de mayo de 2011
El desalojo del 15-M en Barcelona: de acampada a innecesaria batalla campal
El desalojo del Movimiento 15-M de los espacios públicos era cuestión de tiempo y de oportunidad. Y ambos han llegado hoy a la Plaza de Catalunya, de Barcelona, en vísperas de la final de la Liga de Campeones.
Con el dudoso argumento de que había que limpiar la zona por motivos de salubridad, la policía se empleó incívicamente contra un movimiento cívico con la intención de eliminar la "basura" personificada en miles de individuos que en la última semana se había ido acumulando en el altar del barcelonismo, al que flaco favor le han hecho los responsables de ordenar tan desproporcionada acción. ¿Por qué tan poca violencia en la "operación limpieza" de Lleida y tanta en la de Barcelona? ¿Por qué no se han hecho extensivas las repentinas ansias de aseo a las plazas de Madrid, Zaragoza, Valencia, Coruña o Las Palmas? Pues porque allí no hay fútbol y no se esperan concentraciones de masas deseosas de celebrar las victorias o de llorar las derrotas de sus equipos.
El problema es que se ha creado un problema donde no lo había y se ha abierto la espita de la violencia allí donde sólo se había creado un movimiento inspirado precisamente en la no violencia como método para reclamar justicia social para una sociedad injustamente violentada. Esperemos que la caja de los truenos destapada por la policía y sus responsables políticos no sea utilizada mañana por el puñado de exaltados y energúmenos que, camuflados en las concentraciones de sanos aficionados al fútbol, aprovechan para desatar otra de las guerras urbanas que tanto les seducen y tanto desprestigio causan al buen nombre de sus ciudades. Y si así ocurriese en este caso, ya sabemos a quiénes señalar por haber prendido la mecha.
No nos engañemos. El Movimiento 15-M, al que no se atrevieron a desalojar durante la campaña electoral, está haciendo mucho daño al "establishment", que no sabe cómo desconectarlo ni cómo reducirlo para que no siga propagándose cual efecto mariposa o cual bola de nieve. Y han pensado que la violencia es el camino más corto para sembrar el temor, el miedo, el desconcierto y el desprestigio de una corriente que había levantado adhesiones y simpatías en todo el mundo. De ahí el excesivo y rimbombante "spanish revolution" con que ya se conoce más allá de las fronteras españolas.
Y tampoco nos engañemos. A los policías les vienen muy bien este tipo de manifestaciones para poner en práctica la teoría que les enseñan en las academias, desentumecer y engrasar músculo y descargar sus repletos contenedores de adrenalina. Se trata, en el fondo y en paralelismo con el argumento oficial, de otra clase de limpieza.
Otras opiniones:
El periscopio: Plaza Catalunya, sucia operación limpieza
La otra agenda: Abollando ideologías
Las manos en los bolsillos: Lo natural en la Plaza de Catalunya
Revolución inglesa: La Generalitat y los mossos relanzan el 15-M
El blog de Enrique Dans: La "democracia" comiéndose a sus hijos
Texto casi diario: Desalojo por motivos de higiene
Im-Pulso: Tal como era previsible, el poder recurre a la violencia
Con el dudoso argumento de que había que limpiar la zona por motivos de salubridad, la policía se empleó incívicamente contra un movimiento cívico con la intención de eliminar la "basura" personificada en miles de individuos que en la última semana se había ido acumulando en el altar del barcelonismo, al que flaco favor le han hecho los responsables de ordenar tan desproporcionada acción. ¿Por qué tan poca violencia en la "operación limpieza" de Lleida y tanta en la de Barcelona? ¿Por qué no se han hecho extensivas las repentinas ansias de aseo a las plazas de Madrid, Zaragoza, Valencia, Coruña o Las Palmas? Pues porque allí no hay fútbol y no se esperan concentraciones de masas deseosas de celebrar las victorias o de llorar las derrotas de sus equipos.
El problema es que se ha creado un problema donde no lo había y se ha abierto la espita de la violencia allí donde sólo se había creado un movimiento inspirado precisamente en la no violencia como método para reclamar justicia social para una sociedad injustamente violentada. Esperemos que la caja de los truenos destapada por la policía y sus responsables políticos no sea utilizada mañana por el puñado de exaltados y energúmenos que, camuflados en las concentraciones de sanos aficionados al fútbol, aprovechan para desatar otra de las guerras urbanas que tanto les seducen y tanto desprestigio causan al buen nombre de sus ciudades. Y si así ocurriese en este caso, ya sabemos a quiénes señalar por haber prendido la mecha.
No nos engañemos. El Movimiento 15-M, al que no se atrevieron a desalojar durante la campaña electoral, está haciendo mucho daño al "establishment", que no sabe cómo desconectarlo ni cómo reducirlo para que no siga propagándose cual efecto mariposa o cual bola de nieve. Y han pensado que la violencia es el camino más corto para sembrar el temor, el miedo, el desconcierto y el desprestigio de una corriente que había levantado adhesiones y simpatías en todo el mundo. De ahí el excesivo y rimbombante "spanish revolution" con que ya se conoce más allá de las fronteras españolas.
Y tampoco nos engañemos. A los policías les vienen muy bien este tipo de manifestaciones para poner en práctica la teoría que les enseñan en las academias, desentumecer y engrasar músculo y descargar sus repletos contenedores de adrenalina. Se trata, en el fondo y en paralelismo con el argumento oficial, de otra clase de limpieza.
Otras opiniones:
El periscopio: Plaza Catalunya, sucia operación limpieza
La otra agenda: Abollando ideologías
Las manos en los bolsillos: Lo natural en la Plaza de Catalunya
Revolución inglesa: La Generalitat y los mossos relanzan el 15-M
El blog de Enrique Dans: La "democracia" comiéndose a sus hijos
Texto casi diario: Desalojo por motivos de higiene
Im-Pulso: Tal como era previsible, el poder recurre a la violencia
lunes, 23 de mayo de 2011
Enlaces de interés sobre el Movimiento 15-M
Celebradas las elecciones municipales y autonómicas, el Movimiento 15-M prosigue su andadura ajeno a las valoraciones de los resultados electorales y al debate sobre lo que harán los partidos a partir de ahora, pero enfrascado en el debate que le ha llevado a tomar la calle. Para contrariedad de quienes lo han calificado de movimiento meramente electoral, los comicios no se lo han llevado por delante. Más bien parece que al contrario. He aquí algunos enlaces de interés de entidades que lo promueven y apoyan:
- Democracia Real Ya.- Es la plataforma convocante de las manifestaciones que dieron origen al Movimiento 15-M. Nacida hace apenas tres meses, se organizó a través de Internet y las redes sociales. En su web -no siempre accesible debido, probablemente, al colapso causado por las visitas- está colgado el manifiesto que sintetiza las causas del movimiento. Desde esta organización se coordinaron las adhesiones a la iniciativa.
- Juventud sin futuro.- Es una de las organizaciones promotoras del movimiento. Formada por estudiantes y apoyada por profesores e intelectuales, se constituyó para protestar contra la precaridad laboral y la falta de perspectivas de los jóvenes.
- No les votes.- Su actividad se inició hace unos cuatro meses para pedir un voto de castigo contra los partidos que habían votado la ley Sinde en el Parlamento, y, posteriormente, para los candidatos electorales implicados en casos de corrupción.
- Actuable.- Se presenta como una comunidad de personas y organizaciones que unen fuerzas para transformar el mundo. Su página web tiene una función fuertemente reivindicativa, con constantes llamamientos a la acción en distintos ámbitos. Logró recoger en menos de dos días 150.000 firmas contra la decisión de la Junta Electoral Central de prohibir las concentraciones ciudadanas promovidas por el Movimiento 15-M. Ahora tiene más de 200.000 peticiones en ese sentido. Va camino del medio millón de personas adheridas a las causas que promueve.
- tomalaplaza.net.- Contiene el mapa o el listado de los lugares de España en los que se celebran concentraciones en apoyo del movimiento. Incluye programas de actividades por puntos de encuentro, acuerdos asamblearios, horarios de actos, etc.
- Asociación de desempleados ADESORG.- Promotora de Democracia Real Ya, su cometido es la defensa de los intereses de los asociados sin empleo y de los desempleados en general. En su blog hay información y enlaces de utilidad para este colectivo, así como para trabajadores en precario y afectados por la crisis.
- ATTAC España.- Organización nacida en 1998 en Francia para reclamar la imposición de una tasa a las transacciones financieras internacionales. Promueve el control de los mercados financieros y las instituciones que los manejan. Está considerada también una de las promotoras de Democracia Real Ya.
- Juventud en acción.- Se define como "una organización/plataforma/grupo completamente informal que, nacido al calor de Facebook, quiere aglutinar esfuerzos de todos aquellos jóvenes y no tan jóvenes que se oponen a que una minoría plutocrática alejada del interés de los ciudadanos controle la agenda política y económica de nuestro país y del mundo, sin atender a nuestros derechos y legítimas necesidades".
- Soltv.tv.- Retransmite en tiempo real lo que ocurre en la Puerta del Sol, de Madrid, epicentro del Movimiento 15-M. En los últimos días ha recibido más de cinco millones de visitas procedentes de más de 200 países.
- Vúdeo.org.- Plataforma mediática ciudadana que se presenta como una "iniciativa contra el olvido del ciudadano y a favor de su participación en los procesos de comunicación e información". Se vuelca con Democracia Real Ya, aunque no exclusivamente.
- Democracia Real Ya.- Es la plataforma convocante de las manifestaciones que dieron origen al Movimiento 15-M. Nacida hace apenas tres meses, se organizó a través de Internet y las redes sociales. En su web -no siempre accesible debido, probablemente, al colapso causado por las visitas- está colgado el manifiesto que sintetiza las causas del movimiento. Desde esta organización se coordinaron las adhesiones a la iniciativa.
- Juventud sin futuro.- Es una de las organizaciones promotoras del movimiento. Formada por estudiantes y apoyada por profesores e intelectuales, se constituyó para protestar contra la precaridad laboral y la falta de perspectivas de los jóvenes.
- No les votes.- Su actividad se inició hace unos cuatro meses para pedir un voto de castigo contra los partidos que habían votado la ley Sinde en el Parlamento, y, posteriormente, para los candidatos electorales implicados en casos de corrupción.
- Actuable.- Se presenta como una comunidad de personas y organizaciones que unen fuerzas para transformar el mundo. Su página web tiene una función fuertemente reivindicativa, con constantes llamamientos a la acción en distintos ámbitos. Logró recoger en menos de dos días 150.000 firmas contra la decisión de la Junta Electoral Central de prohibir las concentraciones ciudadanas promovidas por el Movimiento 15-M. Ahora tiene más de 200.000 peticiones en ese sentido. Va camino del medio millón de personas adheridas a las causas que promueve.
- tomalaplaza.net.- Contiene el mapa o el listado de los lugares de España en los que se celebran concentraciones en apoyo del movimiento. Incluye programas de actividades por puntos de encuentro, acuerdos asamblearios, horarios de actos, etc.
- Asociación de desempleados ADESORG.- Promotora de Democracia Real Ya, su cometido es la defensa de los intereses de los asociados sin empleo y de los desempleados en general. En su blog hay información y enlaces de utilidad para este colectivo, así como para trabajadores en precario y afectados por la crisis.
- ATTAC España.- Organización nacida en 1998 en Francia para reclamar la imposición de una tasa a las transacciones financieras internacionales. Promueve el control de los mercados financieros y las instituciones que los manejan. Está considerada también una de las promotoras de Democracia Real Ya.
- Juventud en acción.- Se define como "una organización/plataforma/grupo completamente informal que, nacido al calor de Facebook, quiere aglutinar esfuerzos de todos aquellos jóvenes y no tan jóvenes que se oponen a que una minoría plutocrática alejada del interés de los ciudadanos controle la agenda política y económica de nuestro país y del mundo, sin atender a nuestros derechos y legítimas necesidades".
- Soltv.tv.- Retransmite en tiempo real lo que ocurre en la Puerta del Sol, de Madrid, epicentro del Movimiento 15-M. En los últimos días ha recibido más de cinco millones de visitas procedentes de más de 200 países.
- Vúdeo.org.- Plataforma mediática ciudadana que se presenta como una "iniciativa contra el olvido del ciudadano y a favor de su participación en los procesos de comunicación e información". Se vuelca con Democracia Real Ya, aunque no exclusivamente.
sábado, 21 de mayo de 2011
¿Por qué no se puede reflexionar en voz alta?
Las concentraciones pacíficas de miles de personas en todo el país para protestar contra la crisis, sus causas y sus causantes están dando lugar a un debate social y político como hacía mucho tiempo no se producía, lo que parece demostrar que la sociedad, o al menos una parte importe de ella, no está tan dormida como suponíamos.
La Junta Electoral Central acordó ayer prohibir las manifestaciones convocadas para hoy, "jornada de reflexión" previa a las elecciones municipales y autonómicas de mañana, con el fin de que no se infrinja la legislación electoral, se entorpezca el derecho al voto o se invite a votar o no hacerlo por determinadas candidaturas, aspecto este último que parece haber tenido un peso determinante en el resolución de la junta.
De acuerdo, las leyes deben cumplirse y hacerse cumplir, ¿pero está claro que sea esa la principal y única petición de quienes apoyan y promueven el movimiento 15-M? ¿Es este un movimiento exclusivamente político, generado por intereses electorales? Si así fuese o se tuviese esa certeza, creo que la decisión de la Junta Electoral Central se habría tomado por unanimidad y no por mayoría de un voto, lo que quiere decir que las opiniones de sus miembros están lejos de coincidir.
¿Qué ocurriría si en los partidos de fútbol que se juegan hoy o si en los oficios religiosos de cualquier creencia que se celebren hoy se pidiese el voto para determinadas opciones políticas? ¿Y si se hace a través de las redes sociales? ¿Serían sus promotores perseguidos por la ley? ¿Acaso no deben adaptarse las leyes a las demandas y necesidades sociales? ¿Debe ser, quizá, al contrario? ¿No es precisamente ese el fondo de la cuestión de lo que de demanda hoy en día?
Como los miembros de la Junta Electoral Central que votaron a favor de no prohibir las manifiestaciones nacidas al calor del movimiento del 15-M, no tengo la impresión de que el ejercicio libre del voto quede en entredicho o esté en peligro por el hecho de que miles de personas ejerzan su derecho a reunirse y manifestarse pacíficamente en un acto de expresión y afirmación democráticas.
La práctica debería ser producto de la reflexión, no al contrario, y a su vez los actos derivados de la reflexión no deberían ser producto de un día, ni esta exigible por ley. Más bien parece que muchas horas de reflexión y un conjunto de hechos derivados de actos irreflexivos han desembocado en situaciones límite, personales y colectivas, que miles de personas se atreven ahora a reflexionar en voz alta.
La Junta Electoral Central acordó ayer prohibir las manifestaciones convocadas para hoy, "jornada de reflexión" previa a las elecciones municipales y autonómicas de mañana, con el fin de que no se infrinja la legislación electoral, se entorpezca el derecho al voto o se invite a votar o no hacerlo por determinadas candidaturas, aspecto este último que parece haber tenido un peso determinante en el resolución de la junta.
De acuerdo, las leyes deben cumplirse y hacerse cumplir, ¿pero está claro que sea esa la principal y única petición de quienes apoyan y promueven el movimiento 15-M? ¿Es este un movimiento exclusivamente político, generado por intereses electorales? Si así fuese o se tuviese esa certeza, creo que la decisión de la Junta Electoral Central se habría tomado por unanimidad y no por mayoría de un voto, lo que quiere decir que las opiniones de sus miembros están lejos de coincidir.
¿Qué ocurriría si en los partidos de fútbol que se juegan hoy o si en los oficios religiosos de cualquier creencia que se celebren hoy se pidiese el voto para determinadas opciones políticas? ¿Y si se hace a través de las redes sociales? ¿Serían sus promotores perseguidos por la ley? ¿Acaso no deben adaptarse las leyes a las demandas y necesidades sociales? ¿Debe ser, quizá, al contrario? ¿No es precisamente ese el fondo de la cuestión de lo que de demanda hoy en día?
Como los miembros de la Junta Electoral Central que votaron a favor de no prohibir las manifiestaciones nacidas al calor del movimiento del 15-M, no tengo la impresión de que el ejercicio libre del voto quede en entredicho o esté en peligro por el hecho de que miles de personas ejerzan su derecho a reunirse y manifestarse pacíficamente en un acto de expresión y afirmación democráticas.
La práctica debería ser producto de la reflexión, no al contrario, y a su vez los actos derivados de la reflexión no deberían ser producto de un día, ni esta exigible por ley. Más bien parece que muchas horas de reflexión y un conjunto de hechos derivados de actos irreflexivos han desembocado en situaciones límite, personales y colectivas, que miles de personas se atreven ahora a reflexionar en voz alta.
Monumento kantiano al Movimiento 15-M
Con las piedras que con duro intento los críticos te lanzan,
bien puedes erigirte un monumento.
Immanuel Kant (1724-1804).
bien puedes erigirte un monumento.
Immanuel Kant (1724-1804).
viernes, 20 de mayo de 2011
¿Es el del 15-M un movimiento antisistema?
Desde algunos ámbitos, especialmente políticos y periodísticos, se tilda de "antisistema" a los miles de simpatizantes y colectivos adheridos al Movimiento 15-M, que crece día a día como una imparable bola de nieve.
Quienes eso piensan de quienes gritan ¡basta! contra el sistema en el que crecieron y que quieren cambiar como medio de regeneración democrática, o no se enteran de qué va la película o no quieren enterarse, quizá con la intención de quitarle valor, de desprestigiarlo o de ningunearlo, intento vano porque su mensaje, claro e inequívoco, ha calado hondo.
Por desconocimiento o desidia, pero también por efecto de la deformación periodística, se suele identificar el término "antisistema" con violencia, marginalidad, radicalismo ideológico y destrucción del orden establecido. Aunque a lo largo de la historia reciente haya habido movimientos que puedan identificarse con esas actitudes, el que se viene manifestando en España desde el pasado 15 de mayo pasado está muy lejos, por ejemplo, del fascismo de entreguerras, pues no se presenta como "tercera vía" opuesta a la democracia ni se propone la toma del poder ni la insurrección contra el Gobierno, como llegó a plantearse en el mayo del 68 francés.
Tomado desde la óptica subversiva con que algunos señalan al Movimiento 15-M, ¿qué es más antisistema, la actividad fraudulenta y posterior quiebra de Lehman Brothers o la reclamación de la regulación del sistema financiero?, ¿la entrega de miles de millones de dinero público para "sanear" la banca o la exigencia de referendos para que los propietarios de ese dinero decidan qué hacer con él?, ¿las candidaturas políticas cerradas, algunas con imputados por la Justicia, o la petición de listas abiertas para que el elector pueda elegir libremente a quién quiere votar realmente? Si lo que se pretende es defender y mantener el primero de cada uno de estos supuestos, somos millones los que nos consideramos, devota y vocacionalmente, "antisistema".
En sentido positivo, por antisistema puede entenderse toda posición disidente, descontenta o disconforme con una manera de hacer las cosas, a la que se achacan los problemas que afectan a la sociedad. En esa dirección apunta el Movimiento 15-M, a cuyo manifiesto se han adherido miles de personas y colectivos de muy distinta esfera social y generacional. El sentimiento que subyace en el desencantado español de hoy se refleja gráficamente muy bien en una de las pancartas exhibidas estos días en Madrid: "No somos antisistema, somos cambiasistema". En los nueve puntos del manifiesto se resume la filosofía de lo que se quiere cambiar, aunque se incida especialmente en el 4 y en el 5, referidos a la partitocracia representada por los partidos mayoritarios y al "obsoleto y antinatural modelo económico vigente".
Pero además, quienes califican de subversivos y acusan de "antisistema" en sentido peyorativo a la "gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, a la gente que tiene familia y amigos, a la gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean", no quieren o no se han molestado en leer o escuchar sus declaraciones, aspiraciones e intenciones, que están a disposición de quien quiera en numerosos medios de comunicación. Y si no lo han hecho y no lo hacen, es porque no quieren entender.
De entre las que he leído y escuchado, me quedo con la viva voz de esta temible "antisistema" de Burgos, de nombre Cristina.
Quienes eso piensan de quienes gritan ¡basta! contra el sistema en el que crecieron y que quieren cambiar como medio de regeneración democrática, o no se enteran de qué va la película o no quieren enterarse, quizá con la intención de quitarle valor, de desprestigiarlo o de ningunearlo, intento vano porque su mensaje, claro e inequívoco, ha calado hondo.
Por desconocimiento o desidia, pero también por efecto de la deformación periodística, se suele identificar el término "antisistema" con violencia, marginalidad, radicalismo ideológico y destrucción del orden establecido. Aunque a lo largo de la historia reciente haya habido movimientos que puedan identificarse con esas actitudes, el que se viene manifestando en España desde el pasado 15 de mayo pasado está muy lejos, por ejemplo, del fascismo de entreguerras, pues no se presenta como "tercera vía" opuesta a la democracia ni se propone la toma del poder ni la insurrección contra el Gobierno, como llegó a plantearse en el mayo del 68 francés.
Tomado desde la óptica subversiva con que algunos señalan al Movimiento 15-M, ¿qué es más antisistema, la actividad fraudulenta y posterior quiebra de Lehman Brothers o la reclamación de la regulación del sistema financiero?, ¿la entrega de miles de millones de dinero público para "sanear" la banca o la exigencia de referendos para que los propietarios de ese dinero decidan qué hacer con él?, ¿las candidaturas políticas cerradas, algunas con imputados por la Justicia, o la petición de listas abiertas para que el elector pueda elegir libremente a quién quiere votar realmente? Si lo que se pretende es defender y mantener el primero de cada uno de estos supuestos, somos millones los que nos consideramos, devota y vocacionalmente, "antisistema".
En sentido positivo, por antisistema puede entenderse toda posición disidente, descontenta o disconforme con una manera de hacer las cosas, a la que se achacan los problemas que afectan a la sociedad. En esa dirección apunta el Movimiento 15-M, a cuyo manifiesto se han adherido miles de personas y colectivos de muy distinta esfera social y generacional. El sentimiento que subyace en el desencantado español de hoy se refleja gráficamente muy bien en una de las pancartas exhibidas estos días en Madrid: "No somos antisistema, somos cambiasistema". En los nueve puntos del manifiesto se resume la filosofía de lo que se quiere cambiar, aunque se incida especialmente en el 4 y en el 5, referidos a la partitocracia representada por los partidos mayoritarios y al "obsoleto y antinatural modelo económico vigente".
Pero además, quienes califican de subversivos y acusan de "antisistema" en sentido peyorativo a la "gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, a la gente que tiene familia y amigos, a la gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean", no quieren o no se han molestado en leer o escuchar sus declaraciones, aspiraciones e intenciones, que están a disposición de quien quiera en numerosos medios de comunicación. Y si no lo han hecho y no lo hacen, es porque no quieren entender.
De entre las que he leído y escuchado, me quedo con la viva voz de esta temible "antisistema" de Burgos, de nombre Cristina.
miércoles, 18 de mayo de 2011
¿Quién está detrás del Movimiento 15-M?
La "sociedad civil" lleva tanto tiempo reclamando y esperando que la "sociedad civil" reaccione y se posicione que, ahora que parece que empieza a hacerlo, la "sociedad civil" la mira con desconfianza y recela de sus actitudes. ¿En qué quedamos?
A muchos les extraña que surjan corrientes y grupos de ciudadanos que, de una forma u otra o por un medio u otro, pero hasta el momento lícitos, se hagan notar para poner de manifiesto públicamente su rechazo, su descontento o su desencanto por una situación social y por una manera política y económica de hacer las cosas que quieren cambiar. ¿Es o no es eso una forma de expresión democrática?
El Movimiento 15-M es quizá la más notoria de las corrientes y plataformas ciudadanas surgidas en España en los últimos tiempos con el propósito de hacer oír la voz de la calle allí donde a la calle no se la escucha y no se la tiene en cuenta. Por lo que se sabe hasta el momento, ese movimiento ha brotado espontáneamente para oponerse a los procedimientos de la "sociedad oficial", esa a la que tanto critica la "sociedad civil", pero que fuera de los partidos, sindicatos y otras organizaciones sociales y empresariales tiene vedados los espacios de expresión e influencia. ¿De qué otro modo puede, entonces, manifestarse si no es al margen de los cauces orgánicamente controlados?
Han comenzado a oírse voces críticas con el 15-M porque se ha hecho notar en época electoral, fuera del marco partidista y sin tutelaje conocido, que es como decir sin "carta de recomendación". ¿Necesitan los ciudadanos manifestarse espontánea y libremente en un Estado de derecho? ¿Quién tiene que tutelarlos si no es la legislación que los ampara?
Entre esas voces críticas hay quienes los vinculan a la izquierda, a los anarquistas, a los antisistema, incluso unos pocos a la derecha y otros a intereses nada claros. ¿Es eso cierto? El tiempo dirá.
Por lo de pronto, se sabe que el Movimiento del 15-M ha surgido de la mayor de las plataformas democráticas conocidas: Internet y las redes sociales nacidas a su calor, y que ha cosechado miles de adhesiones que parecen ir en aumento.
Entre ellas figuran colectivos que se han formado para trabajar por objetivos concretos: No les votes, para luchar contra la partitocracia representada por los grandes partidos políticos; Juventud sin futuro, cuyo lema es "Sin casa, sin curro, sin pensión, sin miedo", para que se escuche y se cuente con las generaciones de jóvenes mejor preparados; Plataforma de afectados por la hipoteca, que agrupa a miles de familias que se han quedado sin hogar debido a los abusos del sistema financiero y de lo que califican como "fraude hipotecario generalizado"; Esto sólo lo arreglamos sin ellos, entendiendo por "ellos" la banca, la gran empresa y el bipartidismo representado en PP y PSOE.
Son sólo algunos ejemplos de colectivos -en las webs de cada uno de ellos hay muchos otros que les muestran su apoyo- que se han sumado a las iniciativas del Movimiento 15-M, bajo el lema Democracia real ¡ya!
Es posible, e incluso inevitable, que entre tanto ser humano no haya indeseables que ejerzan de quintacolumnistas que utilicen esas plataformas para desprestigiarlas, difamarlas y hacerlas abominables a juicio del buen ciudadano. Su ruido y exiguo número son insuficientes ante la razón y los motivos de la gran mayoría de ciudadanos de todas las edades y estatus para ejercer su derecho a combatir las injusticias. Eso es democracia.
Otras opiniones:
Periodistas 21: Sostener el #15M: tomar la red
eCuaderno: España ya tiene su revolución
Aguas internacionales: El virus de Tahir llega a Europa
Guerra eterna: #15-M: una enmienda a la totalidad
eConectados: Las dos ideas básicas que pedimos en las protestas del @15-M
Pensar no es ilegal (aún): Links del momento @nonosvamos #spanishrevolution
A muchos les extraña que surjan corrientes y grupos de ciudadanos que, de una forma u otra o por un medio u otro, pero hasta el momento lícitos, se hagan notar para poner de manifiesto públicamente su rechazo, su descontento o su desencanto por una situación social y por una manera política y económica de hacer las cosas que quieren cambiar. ¿Es o no es eso una forma de expresión democrática?
El Movimiento 15-M es quizá la más notoria de las corrientes y plataformas ciudadanas surgidas en España en los últimos tiempos con el propósito de hacer oír la voz de la calle allí donde a la calle no se la escucha y no se la tiene en cuenta. Por lo que se sabe hasta el momento, ese movimiento ha brotado espontáneamente para oponerse a los procedimientos de la "sociedad oficial", esa a la que tanto critica la "sociedad civil", pero que fuera de los partidos, sindicatos y otras organizaciones sociales y empresariales tiene vedados los espacios de expresión e influencia. ¿De qué otro modo puede, entonces, manifestarse si no es al margen de los cauces orgánicamente controlados?
Han comenzado a oírse voces críticas con el 15-M porque se ha hecho notar en época electoral, fuera del marco partidista y sin tutelaje conocido, que es como decir sin "carta de recomendación". ¿Necesitan los ciudadanos manifestarse espontánea y libremente en un Estado de derecho? ¿Quién tiene que tutelarlos si no es la legislación que los ampara?
Entre esas voces críticas hay quienes los vinculan a la izquierda, a los anarquistas, a los antisistema, incluso unos pocos a la derecha y otros a intereses nada claros. ¿Es eso cierto? El tiempo dirá.
Por lo de pronto, se sabe que el Movimiento del 15-M ha surgido de la mayor de las plataformas democráticas conocidas: Internet y las redes sociales nacidas a su calor, y que ha cosechado miles de adhesiones que parecen ir en aumento.
Entre ellas figuran colectivos que se han formado para trabajar por objetivos concretos: No les votes, para luchar contra la partitocracia representada por los grandes partidos políticos; Juventud sin futuro, cuyo lema es "Sin casa, sin curro, sin pensión, sin miedo", para que se escuche y se cuente con las generaciones de jóvenes mejor preparados; Plataforma de afectados por la hipoteca, que agrupa a miles de familias que se han quedado sin hogar debido a los abusos del sistema financiero y de lo que califican como "fraude hipotecario generalizado"; Esto sólo lo arreglamos sin ellos, entendiendo por "ellos" la banca, la gran empresa y el bipartidismo representado en PP y PSOE.
Son sólo algunos ejemplos de colectivos -en las webs de cada uno de ellos hay muchos otros que les muestran su apoyo- que se han sumado a las iniciativas del Movimiento 15-M, bajo el lema Democracia real ¡ya!
Es posible, e incluso inevitable, que entre tanto ser humano no haya indeseables que ejerzan de quintacolumnistas que utilicen esas plataformas para desprestigiarlas, difamarlas y hacerlas abominables a juicio del buen ciudadano. Su ruido y exiguo número son insuficientes ante la razón y los motivos de la gran mayoría de ciudadanos de todas las edades y estatus para ejercer su derecho a combatir las injusticias. Eso es democracia.
Otras opiniones:
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lunes, 16 de mayo de 2011
Movimiento 15-M: una bola de nieve
Ayer fueron decenas de miles, mañana serán centenares de miles, pasado mañana, millones. El movimiento social que ayer, 15 de mayo, tuvo su expresión material en la calle, convocado por Democracia Real Ya, lleva camino de convertirse en una imparable bola de nieve que arrastrará muchas cosas.
No puede ser de otra manera porque son muchas las causas que lo motivan. Son muchos los años de falsedades, de mentiras, de promesas incumplidas, de acarrear con costes y cuestas, de soportar tomaduras de pelo y ninguneos, de esperas y esfuerzos infructuosos, de pagar facturas ajenas, de engaños y estafas, de perder casa y empleo, de salarios de miseria, de asumir responsabilidades impropias, de explotación y abusos, de indignación y rabia contenidas.
No puede ser de otra manera porque los promotores de ese movimiento no están sometidos al poder económico, sino que trabajan para socavar la dictadura de ese poder omnímodo que no ha podido evitar que miles de ciudadanos sacaran su hartazgo a paseo, pese a que a la rueda previa a la manifestación sólo acudieran tres medios. Todos los que ayer miraron para otra parte, hoy se rifan a los convocantes para hablar con ellos y saber quiénes son.
Como en las revueltas espontáneas, los medios de comunicación convencionales se han quedado al margen o se han autoexcluido, del mismo modo que lo han hecho sindicatos y partidos, algunos de cuyos representantes, como los candidatos a las municipales a la alcaldía de Madrid, sólo se centran en rechazar los disturbios. Es decir, critican la anécdota en lugar de analizar y valorar la responsabilidad de sus organizaciones en la esencia.
Esa es una de las claves del cansancio y del cabreo social: la iniquidad, la ignominia, el doble rasero y el discurso vacío, vano e inane de los democráticamente elegidos para defender el interés general. Los miles de personas que ayer protestaban y hoy siguen haciéndolo también lo hacen contra ellos, implícita o expresamente les gritan: "¡No nos representáis!".
Pero como todos los movimientos de base, este corre graves peligros: el de la manipulación, el de la intoxicación, el de la injuria o el de la denigración. En cualquier momento y de todas partes surgirán voces de paniaguados y estómagos agradecidos que verterán escoria sobre los convocantes, que los acusarán de actuar al margen de la ley, que los responsabilizarán de los daños causados por los revientapelotas de turno, que los señalarán como destructores de la democracia y arietes del antisistema, como si el sistema, tal y como está concebido, no fuese la causa del desahogo de unos cuantos y del desencanto y el sufrimiento de la mayoría.
A esos y a quienes los mantienen, el discurso se les ha agotado ya. La bola de nieve ha comenzado a rodar.
Otras opiniones:
César Calderón: #15-M, la punta del iceberg
Im-Pulso: "No hay pan para tanto chorizo"
Juanjo Ibáñez: Democracia real
Islas Cíes Blog: Un aviso de los indignados
Historias de un optimista: 15-M: Aún hay esperanza
El periscopio: Despertamos
Quien mucho abarca: Uploading #spanishrevolution
No puede ser de otra manera porque son muchas las causas que lo motivan. Son muchos los años de falsedades, de mentiras, de promesas incumplidas, de acarrear con costes y cuestas, de soportar tomaduras de pelo y ninguneos, de esperas y esfuerzos infructuosos, de pagar facturas ajenas, de engaños y estafas, de perder casa y empleo, de salarios de miseria, de asumir responsabilidades impropias, de explotación y abusos, de indignación y rabia contenidas.
No puede ser de otra manera porque los promotores de ese movimiento no están sometidos al poder económico, sino que trabajan para socavar la dictadura de ese poder omnímodo que no ha podido evitar que miles de ciudadanos sacaran su hartazgo a paseo, pese a que a la rueda previa a la manifestación sólo acudieran tres medios. Todos los que ayer miraron para otra parte, hoy se rifan a los convocantes para hablar con ellos y saber quiénes son.
Como en las revueltas espontáneas, los medios de comunicación convencionales se han quedado al margen o se han autoexcluido, del mismo modo que lo han hecho sindicatos y partidos, algunos de cuyos representantes, como los candidatos a las municipales a la alcaldía de Madrid, sólo se centran en rechazar los disturbios. Es decir, critican la anécdota en lugar de analizar y valorar la responsabilidad de sus organizaciones en la esencia.
Esa es una de las claves del cansancio y del cabreo social: la iniquidad, la ignominia, el doble rasero y el discurso vacío, vano e inane de los democráticamente elegidos para defender el interés general. Los miles de personas que ayer protestaban y hoy siguen haciéndolo también lo hacen contra ellos, implícita o expresamente les gritan: "¡No nos representáis!".
Pero como todos los movimientos de base, este corre graves peligros: el de la manipulación, el de la intoxicación, el de la injuria o el de la denigración. En cualquier momento y de todas partes surgirán voces de paniaguados y estómagos agradecidos que verterán escoria sobre los convocantes, que los acusarán de actuar al margen de la ley, que los responsabilizarán de los daños causados por los revientapelotas de turno, que los señalarán como destructores de la democracia y arietes del antisistema, como si el sistema, tal y como está concebido, no fuese la causa del desahogo de unos cuantos y del desencanto y el sufrimiento de la mayoría.
A esos y a quienes los mantienen, el discurso se les ha agotado ya. La bola de nieve ha comenzado a rodar.
Otras opiniones:
César Calderón: #15-M, la punta del iceberg
Im-Pulso: "No hay pan para tanto chorizo"
Juanjo Ibáñez: Democracia real
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